Criticado como uno de los puntos flacos del coche eléctrico, o de cualquier vehículo eléctrico que almacene en baterías la energía, es el tiempo que requiere su paquete de baterías para gozar de una carga completa a veces, y dependiendo de la situación, se antoja demasiado largo. Aunque este sea un punto que con la carga rápida se está viendo cada vez más superado, no dejan de aparecer ingeniosas invenciones como la que traemos a portada, ya que una carretera que recarga a los coches que circulan sobre ella, no es menos que ingeniosa.
Soluciones como la recarga ultrarápida en 6 minutos están en los papeles de fabricantes de coches eléctricos como Porsche, que aunque no cree que existan batería milagrosa, dado su enfoque deportivo, necesitan expandir las posibilidades de las mismas todo lo posible en el campo de la carga rápida.
El concepto que hace acto de presencia en portada hoy es un programa piloto llevado a cabo por la ciudad de Tel-Aviv, muy similar al que se está dando en distintos puntos de Alemania, donde también prueba este concepto de tramo de carretera que recarga los coches eléctricos a su paso. En ambos países la empresa encargada de ejecutar ambos proyectos es la misma, ElectReon.
Las obras llevadas a cabo para adaptar las instalaciones.
En el caso del trozo de carretera de Tev-Aviv, se trata de un tramos de unos 600 metros en el que se han llevado obras a cabo para soterrar todo el cableado necesario para recargar los vehículos a su paso, y está pensaba principalmente para abastecer al servicio de autobuses local, tratándose de uno de los tramos protagonistas que más recorrerán sus autobuses eléctricos.
Este es un sistema que, obviamente, necesita de una adaptación previa de los coches que quieran usar este tipo de recarga en movimiento, y aunque ello conlleve una ligera reforma en cada vehículo eléctrico y no tan ligera de la carretera, elimina por completo la necesidad de dedicar distintos espacios de la ciudad a instalar puntos de recarga. Además, la segunda gran ventaja sería la de que ya no habría que parar a cargar el vehículo eléctrico en cuestión, quitando de un plumazo con este concepto dos de las desventajas más acusadas del coche eléctrico; la autonomía y tener que recargar.
La idea se llevaría a cabo a través de bobinas de cobre instaladas debajo de la carretera conectadas a la red eléctrica, y un receptor situado en los bajos del vehículo eléctrico en cuestión. Este receptor situado bajo el vehículo alimentaría por partida doble tanto a la batería como directamente al motor eléctrico, por lo que mientras que el vehículo circule por estos tramos de recarga, no necesitaría hacer uso de la energía almacenada en su paquete de baterías.
Las autoridades de la ciudad israelí de Tel-Aviv dicen que la instalación de más tramos de recarga a lo largo de más rutas de autobuses de la ciudad dependerá principalmente del éxito o fracaso de esta prueba piloto. Tal y como comentan en Autoevolution, los costes de instalación de este tipo de tramos capaces de cargar vehículos eléctricos se antojan bastante elevados, por lo que de si resulta o no un proyecto rentable, sólo se sabrá con el tiempo, pero sin duda cuanto más tramos se instalen, más efectivo será el concepto.