Desde hace aproximadamente seis años, CUPRA ha irrumpido en el mercado del automóvil con una propuesta única que combina herencia y modernidad. La marca ha sabido consolidarse mediante la venta de modelos compartidos con SEAT, como el Ateca o el León y, al mismo tiempo, ha apostado por desarrollar vehículos propios, entre los que destacan el Terramar, Born, Tavascan, Formentor y, próximamente, el Raval.
Actualmente, más de la mitad de la gama actual de CUPRA está compuesta por SUV, una tendencia que, según el propio CEO, Wayne Griffiths, podría estar a punto de experimentar un giro innovador.
Adiós a los SUV, hola a los coches sensatos
En una entrevista con el medio Autocar, Griffiths reveló la visión renovada de la compañía. Tras haber consolidado su presencia en el mercado con modelos “lógicos y sensatos”, el directivo aboga por ampliar el horizonte de la marca lanzando vehículos que se salgan de lo convencional y rompan con los esquemas tradicionales.
“Si queremos que CUPRA sea atractiva y emblemática, entonces necesitamos empezar a fabricar coches emblemáticos que quizás no encajen en ningún segmento”, señaló Griffiths, subrayando su intención de romper las barreras clásicas que dividen a las berlinas, familiares y SUV.
El directivo admite que los SUV y los crossover han respondido a la demanda del mercado, “hemos optado deliberadamente por los SUV y los crossover, porque ahí es donde está el mercado y eso es lo que buscan los clientes”. La nueva estrategia apunta a explorar territorios inexplorados. La marca se plantea, por ejemplo, el desarrollo de modelos que no encajen en categorías predefinidas, abriendo la puerta a diseños y conceptos que despierten emociones y ofrezcan experiencias de conducción únicas.
El futuro cercano de CUPRA también está marcado por proyectos concretos. En el plan inmediato se encuentra la consolidación de la actual gama, sin dejar de lado el esperado Raval ‘de producción’, que se proyecta llegar al mercado a mediados de 2026. Sin embargo, lo que realmente despierta el interés de los entusiastas de la movilidad eléctrica es la apuesta por ideas disruptivas que podrían redefinir el concepto mismo de vehículo.
Una de estas propuestas es la posible versión definitiva del DarkRebel, un concepto que, aunque no es la máxima prioridad en este momento, simboliza la ambición de la marca por innovar. Griffiths no se ha quedado ahí y ha dejado entrever otra idea tan revolucionaria como intrigante: la creación de un buggy de estilo todoterreno, completamente eléctrico. “Sería muy divertido. Sería un verdadero punto de inflexión”, afirmó, dejando claro que, a pesar de contar con “muchas ideas locas”, el equipo se mantiene enfocado en desarrollar aquellos proyectos que realmente aporten algo nuevo y emocionante al sector.
Aunque por el momento se desconoce con exactitud el modelo o la carrocería a la que se refería Griffiths, todo apunta a que se tratará de un concepto rompedor, sin precedentes dentro del Grupo Volkswagen. Es interesante recordar que, hace unos años, Volkswagen presentó un prototipo de buggy eléctrico que, pese a generar expectación, nunca llegó a materializarse.
Con esta nueva iniciativa, CUPRA podría no solo retomar esa idea, sino evolucionarla y dotarla de una identidad propia que refuerce su posición como marca aspiracional y pionera en el mercado de vehículos eléctricos e híbridos.
CUPRA se perfila como una marca decidida a marcar la diferencia. Su estrategia, basada en la innovación, la disrupción y la pasión por la conducción, apunta a transformar el panorama, ofreciendo no solo vehículos que responden a las demandas actuales del mercado, sino también conceptos que anticipan el futuro de la movilidad.