Pensamos que el aire acondicionado de los coches es algo moderno, pero la verdad es que es una función que empezó a incorporarse en los automóviles de la década de 1940. El primer coche del mundo con aire acondicionado fue el Packard Super Eight de la época. Una función que, por entonces, sólo estaba destinada al lujo y que hoy es algo tan cotidiano que apenas le prestamos atención. El mundo ha cambiado mucho en estos 80 años, y la tecnología que montan los coches modernos, sobre todo los eléctricos, es absolutamente impresionante. Se aplica en todos los niveles, desde asistentes a la conducción a sistemas de climatización. El Volkswagen ID.7 montará uno de los más avanzados jamás vistos.
Hace apenas unas semanas, durante la celebración del CES de Las Vegas, Volkswagen desveló al mundo el previo del ID.7. La gran berlina apoyada en la plataforma MEB tratará de plantar cara al Tesla Model 3. Una tarea nada sencilla teniendo en cuenta que el modelo americano es uno de los eléctricos más vendidos en todo el mundo. Para lograr el éxito, los de Wolfsburgo saben que tienen que ofrecer un coche que sea mejor en prácticamente todos los aspectos, no sólo en cuestión de rendimiento. La autonomía es fundamental, así como el aprovechamiento de cada amperio de las baterías.
Como ya sabrás, en los coches eléctricos hay dos sistemas de climatización habituales. La resistencia está bastante extendido entre las unidades de precio razonable, aunque resultan poco eficientes para los intereses de un eléctrico. Por el contrario, la bomba de calor es mucho más efectiva para el ahorro, aunque la principal pega es que es más cara de instalar y por eso se monta de serie en los eléctricos más caros. El Volkswagen ID.7 dispondrá de una bomba de calor, pero una muy avanzada ya que contará con sistemas que no habíamos visto hasta ahora.
Al igual que en muchos otros coches eléctricos, el ID.7 podrá calentar o enfriar el habitáculo antes de que el conductor y los ocupantes se monten en él. A través de la app el usuario podrá controlar la climatización del coche sin estar en él. Aunque el conductor no haya seleccionado una temperatura remota, el ID.7 notará la presencia de la llave e inmediatamente empezará a ajustar la temperatura para que así el habitáculo alcance la temperatura óptima lo antes posible. Por supuesto, como ya venía presentándose en todos los ID actuales, el control por voz está garantizado mediante el comando "Hola, Volkswagen".
La función más novedosa y que no habíamos visto hasta ahora es que el ID.7 tiene en cuenta la posición del sol a la hora de calentar o enfriar la cabina. Cuando se activa la función automática el sistema inteligente reacciona a su entorno climático. Por ejemplo, un sensor en la zona del parabrisas detecta el ángulo de incidencia de la luz solar en condiciones de altas temperaturas exteriores y alta intensidad solar. Si el sol incide con fuerza sobre un lado del vehículo, el ID.7 adapta el aire acondicionado en mayor medida para las zonas más cálidas: primero hacia la zona respectiva del interior del vehículo, y luego en un segundo paso específicamente hacia el ocupantes de vehículos.
Sin embargo, por muy maravilloso que esto resulte, hay una pega: todas las funcionalidades de la climatización se centran en la gran pantalla central. Con un tamaño de 15 pulgadas nadie puede decir que sea pequeña, pero el hecho de introducir todos los menús y ajustes en ella no parece lo más conveniente en materia de seguridad. No solo podremos subir y bajar la temperatura o encender el asiento calefactado, al igual que en el Porsche Taycan, tendremos que seleccionar la dirección de la climatización a través de la pantalla, algo que ha demostrado ser poco intuitivo y no excesivamente seguro al obligar al conductor a desviar la vista de la carretera. Volkswagen ha prometido mejorar el sistema con respecto a los primeros ID (algo completamente necesario), pero el hecho de seguir apostando por una pantalla única no convence.