Bosch estuvo presente en el pasado CES de Las Vegas (Consumer Electronics Show, o Feria Internacional de Electrónica de Consumo) mostrando su tecnología dedicada a la conducción autónoma. Allí, la vicepresidenta senior de conducción autónoma del proveedor alemán, Kay Stepper, declaro a Autocar que la técnica ya ha culminado el objetivo de la conducción autónoma. Son los factores no técnicos, como las inconsistentes regulaciones, el obstáculo principal para que no se esté implementada ya.
Kay Stepper asegura que sus ingenieros ya han superado los obstáculos tecnológicos que hacen posible que un automóvil pueda conducir por sí mismo en cualquier entorno. "Necesitamos diferenciar entre problemas técnicos y no técnicos", explicó durante la presentación de su tecnología en el CES 2020. Según la vicepresidenta de conducción autónoma, en este momento "podemos decir honestamente" que está disponible el arsenal tecnológico necesario, tanto en cuestión de hardware como de software, para poder poner en la calle un coche completamente autónomo mañana mismo.
Stepper aseguró que, evidentemente, por delante quedan muchas pruebas y validaciones que hacer, necesarias para refinar el funcionamiento y pulir la respuesta de los sistemas, pero "estamos ya ahí". A pesar de esto, hoy, no hay ningún vehículo completamente autónomo disponible comercialmente en el mercado, ni se le espera en los próximos cinco años.
Los principales obstáculos son "los que no están relacionados con aspectos técnicos, sino con el marco regulatorio en diferentes regiones", dijo Stepper. Las normativas son muy diferentes en Europa, en China o en Estados Unidos, "lo que afectará muy gravemente al momento de su implementación". En este caso es, precisamente, este último país el que proyecta un futuro para su legislación más favorable, razón por la que es allí donde se están realizando la mayoría de las pruebas reales con prototipos funcionales adaptados a la normativa que se exige para ellas.
Así podría ser el primer coche eléctrico y autónomo de Bosch para el transporte de personas.
Otro gran obstáculo es la escasa aceptación por parte de los usuarios de esta tecnología y de la nueva realidad que supone para su movilidad. La explicación del funcionamiento de los sistemas, la educación sobre la forma de utilizarlas, y, sobre todo, mostrar la seguridad que es capaz de ofrecer, mayor que cuando la conducción la realiza un ser humano, son la base para eliminar paulatinamente el temor a la conducción autónoma. "Muchos de nuestros clientes están entusiasmados con esta tecnología, pero no todos. Hay un cierto nivel de animadversión por ciertas partes de la población: a algunos les cuesta aceptarla como una realidad cotidiana".
Stepper apuesta por que veremos los primeros vehículos completamente autónomos circulando por carreteras de algunos países a partir de 2025. Serán los servicios de transporte, tanto de personas como de mercancías, los primeros que lo adoptarán, por los beneficios económicos y por la mejora en la gestión de su flota que implicarán. Sin embargo, a un fabricante le costará mucho más venderles un coche sin pedales ni volante a sus clientes. Pero Stepper cree que la industria acabará alcanzando su objetivo.