Los neumáticos son una parte de vital importancia para cualquier vehículo. Decirlo parece una perogrullada, pero a veces no se les da toda la importancia que merecen. La tecnología de los neumáticos ha evolucionado muchísimo en los últimos años y con la llegada de los coches eléctricos han llegado también neumáticos específicos para coches eléctricos. Pero, ¿qué tienen de especial los neumáticos para coches eléctricos? ¿Se han desarrollado tecnologías específicas para los eléctricos o se han adaptado los coches eléctricos a ellas? ¿Qué pasa si ponemos unos neumáticos normales en un coche eléctrico?
Un coche eléctrico tiene varias diferencias fundamentales respecto a uno con motor de combustión interna. Quizá la más significativa es el uso de una batería muy pesada, que añade entre 350 y 600 kilos al vehículo. Esto tiene implicaciones en todos los aspectos. Por otro lado, la naturaleza misma de los motores eléctricos también hace que la entrega de potencia sea casi instantánea y, por regla general, son muy potentes. Y, además, apenas hacen ruido.
Así pues, tenemos que los coches eléctricos son más pesados y envían el par a las ruedas de manera casi instantánea. Además, las limitaciones intrínsecas a las baterías hacen imprescindible ahorrar energía, por lo tanto es fundamental reducir la resistencia a la rodadura para aumentar la autonomía. De manera resumida, los neumáticos para coches eléctricos tienen cuatro desafíos que superar:
- Soportar un mayor peso del vehículo
- Resistir el desgaste por el mayor par que soportan las ruedas
- Aumentar la autonomía
- Reducir el ruido de rodadura
¿Cómo solucionar todos esos desafíos?
Lo cierto es que las soluciones a todos esos desafíos son fruto de una evolución constante que viene desde mucho antes de la popularización del vehículo eléctrico. Michelin no ha tenido que cambiar nada en los procesos de fabricación de los neumáticos para vehículos eléctricos porque los neumáticos Michelin, todos ellos, soportan las exigencias de cualquier coche eléctrico.
Michelin tiene una historia de 135 años donde la innovación es pieza fundamental para poder ofrecer neumáticos resistentes y duraderos hasta el final de su vida útil, con los máximos estándares de seguridad y con neumáticos que priman la eficiencia y el bajo consumo de combustible, o bien las máximas prestaciones. El objetivo de Michelin siempre ha sido que sus neumáticos sean los mejores y, como consecuencia de ello, las tecnologías necesarias para los coches eléctricos ya estaban implantadas. A continuación vamos a conocer con más detalle cuáles son estas tecnologías y por qué son importantes.
El complejo compromiso entre agarre y baja resistencia a la rodadura
Suena paradójico, pero los neumáticos tienen una doble misión antagonista: agarrarse lo mejor posible al asfalto y, al mismo tiempo, lo suficientemente poco como para reducir el consumo de energía (ya sean electrones o combustible). En un coche eléctrico, esto es todavía más importante si cabe, pues cada kilómetro que se pueda ganar de autonomía es importante.
Esto se consigue mediante innovaciones aplicadas a todos los aspectos del neumático, empezando por la construcción del neumático, la forma y el dibujo de la banda de rodadura. La arquitectura del neumático, mediante la geometría de las capas internas y el diseño de la banda de rodadura, incide enormemente en el alcance de las deformaciones sufridas por el neumático y, por tanto, en la resistencia a la rodadura. Nada de esto se ha empezado a hacer con la llegada de los coches eléctricos, al contrario: tanto la familia Michelin Primacy como las gamas Michelin Energy y Pilot Sport llevan ya varias generaciones de evolución y perfeccionamiento continuado. De hecho, la primera generación de Michelin Energy, que presentaba un innovador compuesto de caucho con sílice, se lanzó en 1992.
También influye el peso del neumático: para una misma deformación, cuanto más grande es un objeto, más se calienta. Y el calor es una manera de perder energía, así que cuanto más ligero sea el neumático, menos pérdidas de energía por calor se generan. Para esto, se utilizan gomas de menor densidad, más ligeras, y con un compuesto específico para reducir la energía absorbida por el neumático.
En este sentido, el neumático Michelin e.Primacy contribuye a aumentar la autonomía en un 7% en comparación con otros neumáticos de su categoría. Esa eficiencia quizá sea todavía más apreciada por los usuarios de un coche eléctrico, pero lo cierto es que el Michelin e.Primacy se ha desarrollado para ofrecer el menor consumo posible en cualquier tipo de coche, sea eléctrico, híbrido o de combustión. Para saber el nivel de eficiencia energética, los neumáticos llevan una etiqueta con clasificaciones que van de la A a la E; la "Clase A" significa que tienen menor resistencia a la rodadura y menor consumo.
Mayor capacidad de carga
Los coches eléctricos, debido a su mayor peso, necesitan neumáticos con una elevada capacidad de carga, generalmente XL o HL. Los neumáticos XL soportan 750 kg por eje (índice de carga 98), mientras que los XL aumentan su capacidad de carga hasta los 825 kg (índice 101). Ninguna de estas categorías ha nacido a consecuencia de la popularización del coche eléctrico, Michelin ya tenía la tecnología necesaria desde mucho antes. Ahora simplemente hay más vehículos que la necesitan.
Para aumentar la capacidad de carga, los neumáticos incorporan refuerzos adicionales en la carcasa en la zona de máxima resistencia, utilizando capas más robustas y compuestos más duros. Sin embargo, se tiene que buscar un equilibrio porque se debe mantener un buen nivel de confort y una baja resistencia a la rodadura.
Para ello, se juega con las características del compuesto para adaptar su rigidez y se optimiza el perfil del neumático para que pueda absorber la flexión adicional del neumático debida al gran peso del vehículo (sin sacrificar el confort para los pasajeros).
La resistencia, un factor de vital importancia
Hay eléctricos con potencias relativamente ‘normales’, pero generalmente son coches muy potentes que, además, transmiten su potencia y par de manera casi instantánea. Esto hace que los neumáticos tengan que lidiar con un mayor desgaste. Pero también esto es algo donde Michelin tiene dilatada experiencia y la razón por la cual los potentes superdeportivos de Porsche o Mercedes-AMG, entre otros, confían en Michelin para sus neumáticos de serie.
Michelin utiliza la tecnología Max Touch Construction. La estructura de la carcasa Michelin Max Touch permite una pisada más homogénea del neumático, de forma que transmite de manera uniforme las fuerzas de aceleración, frenada y deriva en curva. Esto genera un desgaste más regular y, por lo tanto, una mayor duración de las gomas incluso bajo condiciones exigentes.
La importancia del silencio
Una de las cosas más valoradas por cualquiera que utilice un coche eléctrico es el poco ruido que llega al interior, lo cual se traduce en mayor confort a bordo. El motor eléctrico apenas hace ruido, desde luego mucho menos que un motor de combustión, pero esto tiene también su parte negativa: todo lo demás (ruido aerodinámico y de rodadura) se escucha con más facilidad.
Aquí tienen una importancia capital, otra vez más, los neumáticos. Este problema se aborda de dos maneras: mediante una compleja optimización del dibujo de la banda de rodadura y con la tecnología Michelin Acoustic, que reduce hasta un 20% el ruido percibido en el interior del coche. Consiste en colocar una espuma de poliuretano en el interior de la banda de rodadura. El poliuretano es una espuma con buenas propiedades aislantes, tanto sonoras como de vibraciones. ¿Es esta tecnología exclusiva de los neumáticos para eléctricos? Ni mucho menos. La tecnología Michelin Acoustic se estrenó en 2015 con el Mercedes-Benz Clase S, un modelo donde el silencio de marcha es una cualidad muy valorada.
La clave es elegir el mejor neumático
Todas las tecnologías mencionadas hasta ahora ponen de relieve la gran evolución técnica de los neumáticos de Michelin. Una evolución que no ha sido específica para los eléctricos, sino al contrario: los eléctricos se han aprovechado de ella. Podemos decir sin miedo a equivocarnos que los neumáticos son uno de los componentes para el automóvil que más han mejorado en las últimas décadas y Michelin ha estado a la vanguardia.
Es por esto que un coche eléctrico no necesita inexorablemente un neumático específicamente desarrollado para coches eléctricos. Como cualquier otro coche, sólo necesita el mejor neumático en función de las prioridades y necesidades de cada usuario. Para optimizar al máximo la eficiencia y el consumo energético, lo mejor es optar por los Michelin e.Primacy, desarrollados para tener el menor consumo posible (ya sea combustible o electricidad). La familia Michelin Latitude está especialmente pensada para SUV, crossovers y todoterrenos. Y para quien busque mayores prestaciones y mejor dinámica de conducción, los Michelin Pilot Sport EV (su nombre ya lo dice todo), Pilot Sport 5 o Pilot Sport 4 S. Todos ellos están diseñados para ofrecer el mayor nivel de seguridad, durabilidad, prestaciones y confort, sea cual sea la fuente de energía del vehículo.