El smart fortwo ha sido, sin duda, uno de los coches con más personalidad en las últimas décadas. Un microcoche pensado para la ciudad que ha despertado simpatías desde que se presentase en 1998 en el Salón de París y que supuso, en su día, la salvación de Tesla en un momento crítico. Pero todas las historias tienen un comienzo y un final, y la del smart EQ fortwo terminará el próximo mes de abril.
El próximo mes de abril, smart dejará de aceptar pedidos del smart EQ fortwo. En apenas un mes se despedirá para siempre el smart de la era Mercedes-Benz, una marca que ahora vive una etapa totalmente renovada bajo el paraguas de Geely. No obstante, debido a los largos plazos de entrega acumulados, el smart EQ fortwo seguirá fabricándose hasta mediados de 2024.
Era sólo cuestión de tiempo -y totalmente previsible- que la actual generación del smart EQ fortwo llegase a su fin. Esta tercera generación, presentada en 2014, recibió una importante actualización en 2018, momento en que las versiones eléctricas adoptaron el apellido EQ, en línea con los modelos eléctricos EQ de Mercedes-Benz. A partir de 2019, smart eliminó las versiones de gasolina y se convirtió en una marca totalmente eléctrica.
El hecho de que los fortwo EQ todavía dependan de Mercedes-Benz al mismo tiempo que existe la nueva smart es quizá el motivo para que no haya una despedida más honrosa para este pequeño coche eléctrico, que se despide sin hacer mucho ruido (en sentido literal y metafórico). En Alemania hay una iniciativa de los propios concesionarios con una especie de 'Final Edition' no oficial, limitada a 150 unidades, pero sin ningún equipamiento especial o específico diferente al resto.
En Italia, un país con especial devoción por los coches pequeños, le brindarán una despedida más cariñosa. Habrá una edición limitada a 250 unidades con pintura roja mate totalmente equipadas y del smart EQ fortwo mattrunner habrá 200 unidades en color plata, gris mate o dorado mate y llantas BRABUS. Todos ellos equipados con el motor de 60 kW de potencia (82 CV) y 160 Nm de par del modelo de serie.
Una parte importante en la historia de Tesla
Aunque pueda sonar extraño a los más neófitos, el smart fortwo tuvo una importancia capital en la historia de Tesla, la cual probablemente no existiría hoy tal como la conocemos si uno de esos modelos no se hubiera cruzado en su camino.
Hay varias versiones diferentes sobre cómo Daimler y Tesla se pusieron en contacto por primera vez, dependiendo de si lo cuenta Martin Eberhard o Elon Musk. Incluso este último ha dado varias versiones diferentes a lo largo del tiempo. Sea como fuere el primer encuentro, lo cierto es que Tesla hizo en 2009 un smart eléctrico con sus propias baterías y, cuando lo probaron los directivos de Daimler (propietaria de Mercedes-Benz), quedaron impresionados. Se dice que era tan potente que podía hacer un caballito al salir desde parado.
La demostración empírica del smart fortwo transformado por Tesla sirvió para cerrar un acuerdo histórico: Daimler encargó a Tesla mil baterías para montarlas en el smart fortwo electric drive, más baterías de las que la compañía había fabricado hasta entonces. El acuerdo supuso, además, un fortísimo impulso en la legitimación de Tesla: en apenas unas semanas, pasó de casi estar en bancarrota a firmar un contrato con el fabricante de coches más longevo, el mismísmo creador del automóvil. Daimler tomó una participación del 10% en el accionariado de Tesla y le facilitó la posibilidad de acceder a parte de sus piezas, algo que la joven firma aprovechó en el Model S y en el Model X.
Sobre este acuerdo, el propio Elon Musk aseguraría más adelante que "Daimler nos rescató. Sin esa inversión, Tesla se habría acabado". Y fue, en parte, gracias a un smart fortwo.