Tesla deberá solucionar los problemas de calidad del aire en su fábrica de Fremont, en el Área de la Bahía de San Francisco (California), tras acumular más de 100 infracciones por presuntas emisiones tóxicas en los últimos cinco años.
Así lo informó el Distrito de Gestión de la Calidad del Aire del Área de la Bahía (BAAQMD) el pasado martes. Tras el anuncio del martes, el BAAQMD planea ahora emitir una orden escrita de mitigación.
Según la agencia, cada una de las 112 violaciones de las normativas podría suponer cientos de kilos de contaminantes del aire. La BAAQMD no ha especificado cuáles son los contaminantes cuyo límite supera Tesla de manera reiterada ni la cantidad que han medido en cada una.
La planta, que es la primera que empezó a utilizar a Tesla después de comprársela a Toyota en 2010 por un precio bajísimo, está en el punto de mira por culpa del taller de pintura, de donde presuntamente vienen los problemas.
La junta ha ordenado a Tesla contratar a un consultor independiente y desarrollar un plan de para mejorar la calidad del aire, un plan que deben proponer para su aprobación. Una vez aprobado dicho plan, la empresa deberá ejecutarlo para reducir o eliminar por completo las emisiones tóxicas.
"Las violaciones continuas de Tesla en su planta de Fremont representan un riesgo para la salud pública y la calidad del aire en la comunidad circundante", declaró Philip Fine, director ejecutivo del BAAQMD, en un comunicado de prensa. "Esta orden es crucial para asegurar que Tesla tome acciones rápidas y efectivas para detener las emisiones dañinas y cumplir con todas las regulaciones de calidad del aire para proteger la salud de quienes viven cerca de la instalación."
Desde Tesla no han hecho declaraciones sobre este tema.
El BAAQMD ha dejado claro que no tolerará incumplimientos continuos, especialmente aquellos que ponen en riesgo la salud de las comunidades locales. Tesla deberá demostrar ahora su compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental en los alrededores de su fábrica, no solo a través de la producción de vehículos eléctricos que no tienen emisiones locales, sino también garantizando que sus procesos de fabricación no contribuyen a la contaminación del aire.
En febrero, un juez de California obligó a la empresa que dirige Elon Musk a pagar 1,5 millones de dólares como parte de un acuerdo en un caso civil que alegaba que Tesla manipuló incorrectamente residuos peligrosos en sus centros de servicio de automóviles, en sus centros de energía y en una fábrica.
La demanda presentada en el condado de San Joaquín alegaba la eliminación ilegal de desechos peligrosos y la violación de leyes relacionadas con el almacenamiento y gestión de dichos residuos. Los fiscales dijeron que Tesla cooperó con la investigación y actuó para mejorar el cumplimiento de las leyes.