El elevado precio de adquisición de un coche eléctrico en comparación con el de uno de combustión con características similares es una de las barreras que impide su generalización. Para Reinhard Fischer, vicepresidente senior del Grupo Volkswagen, encargado de dirigir su estrategia en Estados Unidos, "ese punto de inflexión, en el que se igualan los precios, está más cerca de lo que parece".
La paridad del precio de los coches eléctricos alimentados únicamente por baterías con el de los propulsados por un motor de combustión interna será el punto de inflexión que derribará las barreras y provocará la aceptación por parte del mercado de esta tecnología emergente. Así lo cree Fischer que, en unas declaraciones realizadas a Automotive News Europe en los Seminarios de información de gestión de CAR 2019 en Michigan.
Para 2028, entre las doce marcas que trabajan bajo el paraguas del Grupo Volkswagen, introducirán en el mercado 70 nuevos modelos totalmente eléctricos, lo que representará, según sus cálculos, 22 millones de vehículos eléctricos movidos por baterías circulando por todo el mundo. Este empuje sin precedentes a la movilidad eléctrica, que representa un total de 50.000 millones de dólares, vendrá acompañado por un aumento en la escala de producción de vehículos eléctricos, que reducirá los costes hasta tal punto que alcanzará la paridad con los vehículos de combustión interna.
La mayoría de los compradores ven en el precio de compra una dificultad para acceder a un vehículo eléctrico, a pesar de que el coste total de propiedad, a lo largo de los años, acaba siendo inferior gracias al mínimo mantenimiento, al ahorro de combustible y a otras ventajas. Fischer asegura que una vez alcanzado ese "punto de inflexión", los consumidores "superarán el miedo a algo nuevo y el vehículo eléctrico será su mejor opción".
Antes del lanzamiento de sus nuevos vehículos eléctricos, Volkswagen ha celebrado diferentes seminarios con concesionarios y potenciales clientes de la marca, con el objetivo de planificar la demanda y asentar sus planes de producción. En ellos también ha podido conocer otras razones por las que los consumidores todavía tienen dudas para la compra de un vehículo eléctrico.
"Durante 50 años, hemos educado a las personas sobre lo peligroso que es juntar electricidad y agua", asegura Fischer. Por eso "existe todavía el temor de conducir un coche eléctrico bajo la lluvia", por ejemplo. Otro problema es que ahora la ansiedad por la autonomía se ha convertido en "la ansiedad por la recarga". Sin embargo, Fischer está convencido de que la historia ha demostrado que este problema pasará. "Hace cien años, la gasolina se vendía en las farmacias. Hoy, tenemos 122.000 estaciones de servicio en los Estados Unidos. Pasó de ser un cuello de botella a ser una mercancía", dijo Fischer. "Con la recarga eléctrica va pasar exactamente lo mismo". Ante el incremento de las ventas de vehículos eléctricos, crecerá la infraestructura de recarga rápida en las carreteras que comenzará a ser considerada por las empresas como una línea de negocio económicamente rentable en la que invertir.
La nueva era de Volkswagen arrancó en mayo de este año, cuando reveló los precios y las autonomías del primer de los coches eléctricos de la familia ID. Si bien la edición de lanzamiento tendrá un precio de 40.000 euros, el fabricante alemán planea un precio de partida por debajo de los 30.000 euros, antes de las ayudas que reciben los vehículos eléctricos en los diferentes mercados.