La compañía tecnológica Bosch ya trabaja en el nivel de conectividad 6G para automóviles. Este avance se está desarrollando a través del proyecto llamado 6G-ICAS4Mobility, financiado por fondos públicos, que busca establecer una conexión más estrecha entre vehículos y el llamado Internet of Things o Internet de las cosas (IoT).
Esta nueva red ampliada permitirá unos desplazamientos totalmente autónomos en entornos especialmente construidos para ello, como fábricas o algunas partes de ciudades. Su funcionamiento será mucho más sencillo de lo que cabría esperar. El conjunto de elementos ubicados en un entorno concreto, como una calle, por ejemplo, serán leídos a través de una serie de sensores y radares acoplados en el propio vehículo. Al mismo tiempo, los semáforos y vehículos estarán conectados entre sí mediante la red 6G y podrán comunicarse. De esta manera, se crea una imagen digital más precisa y un completo mapa del entorno en el que se encuentren.
El proyecto 6G-ICAS4Mobility tiene como objetivo que los vehículos envíen sus diferentes lecturas a una nube y que todos los demás puedan acceder a estos datos individualmente. Esto será de gran ayuda en caso de accidente, por ejemplo, ya que los automóviles implicados en la colisión podrán ser esquivados por el resto, que, a su vez, serán capaces de buscar una ruta alternativa para no congestionar los alrededores.
Durante los próximos tres años, Bosch seguirá desarrollando las bases de esta tecnología para poder implantarla en los futuros coches eléctricos y autónomos. Su meta es cumplir con ello a finales de esta década o principios de la próxima. Ahora bien, para conseguirlo necesitarán, no sólo que todos los vehículos que se desplacen por un entorno cuenten con esta tecnología, sino que también la incluyan otros elementos del mismo espacio.
Por ello, la compañía estima que los primeros lugares donde se podrán adoptar estos avances serán los entornos cerrados, como fábricas o lugares sin acceso para el tráfico exterior, como barrios específicos. Para lograrlo, el uso e intercambio de datos entre vehículos y entorno será crucial. En esta tecnología también se contempla el llamado "enlace lateral", donde un vehículo da cobertura a otro en caso de falta de conexión de red.
Actualmente, la investigación de las conexiones 6G está derivando en unas inversiones multimillonarias por parte de empresas privadas y estamentos públicos. El Gobierno de Alemania ha destinado ya un total de 700 millones de euros hasta el año 2025 a este efecto. La Unión Europea, por su parte, también hizo lo propio en 2021, al invertir 900 millones de euros hasta el año 2027. A nivel mundial, otros países también están realizando grandes inversiones, como Estados Unidos, Japón, Corea del Sur y China. Los expertos predicen que el 6G comenzará a llegar a los usuarios a partir del año 2028.