Donald Trump comienza hoy su segundo mandato en la presidencia del Gobierno de los Estados Unidos. Y su posición frente a la llegada de coches eléctricos -que en Estados Unidos ya consideran “una amenaza” si vienen de China- o térmicos producidos fuera del país la ha dejado muy clara desde inicio de su campaña: deberán pagar más aranceles. CUPRA lo tiene claro y ya sabe cómo evitarlo.
Desde hace meses, el Grupo Volkswagen quiere introducir CUPRA en el mercado estadounidense para, junto con la marca de SUV y 4x4 Scout, aumentar sus ventas en ese país. El pasado mes de noviembre ya se supo que CUPRA llegará a ese mercado de la mano de uno de los más importantes distribuidores del país, Penske; pero ahora parece que el plan de CUPRA se está acelerando y se han conocido nuevos detalles.
CUPRA fabricará un nuevo modelo por y para los Estados Unidos en ese país
Tal y como avanzan desde Autonews, si Penske y CUPRA comenzaron conversaciones a finales de 2024 para que el primer grupo ayudara a la marca española a desembarcar en Estados Unidos, el CEO de CUPRA, Wayne Griffiths, ya ha indicado que el acuerdo avanza y “esperan firmar una asociación formal en 2025”.
Será el nuevo movimiento de expansión de CUPRA en el mercado internacional, y es que la compañía española, fundada en 2018 y que pretende fabricar y comercializar en un futuro próximo sólo coches eléctricos, aumentó sus ventas el pasado 2024 en un 7,5% gracias, entre otras cuestiones, al lanzamiento del SUV híbrido enchufable CUPRA Terramar pero, también, al crecimiento en dobles dígitos en países como Reino Unido, Francia, Polonia, Dinamarca y México.
Pero su asalto a Estados Unidos deberá ser algo diferente, debido a la agresiva política comercial del nuevo presidente, Donald Trump, que pretende aumentar los aranceles a cualquier vehículo que no se fabrique en Estados Unidos.
Por eso, desde CUPRA, que pretende abrir junto con Penske unos 20 concesionarios o garajes Cupra “en una primera fase” -según ha señalado Griffiths-, también desarrollarán un “modelo específico para el mercado estadounidense”, y que se fabricará en una de las plantas que el Grupo Volkswagen tiene en Estados Unidos.
Ese plan tiene como objetivo evitar los aranceles que tiene en mente imponer el recién llegado a la presidencia Donald Trump. Así las cosas, Griffiths ha declarado que, “al menos un vehículo” de la marca será “creado específicamente para el mercado estadounidense”, mientras que otro vehículo de la marca llegará desde Europa.
Este vehículo será más grande que el resto de modelos de la marca para “satisfacer los gustos de este mercado” y, además, el CUPRA norteamericano “también será exportado y vendido fuera de Estados Unidos”, no ha dudado en señalar el ejecutivo británico.
Griffiths también señaló que Cupra está decidiendo qué modelo comercializará en Estados Unidos, y una vez lo haga, se decidirá “en qué planta se fabricará”. “Necesitamos tomar decisiones importantes acerca del nuevo producto, que son las difíciles, porque suponen una gran inversión”, ha explicado.
Cupra quiere alcanzar 100.000 ventas anuales en Estados Unidos
Griffith ha señalado que el plan de CUPRA pasa por comenzar a introducir la marca en Estados Unidos con un primer modelo, pero que un segundo modelo podría seguirle “en un año”, ya que la marca quiere alcanzar cierto volumen de ventas “rápidamente”.
Y ese volumen de ventas quiere que sean 100.000 unidades anuales, un objetivo que la marca busca lograr a medio plazo. “Nuestra ambición no es convertirnos en un fabricante de gran volumen en Estados Unidos, sino ser una marca especial y única para clientes que quieren destacar por conducir algo distinto”, ha destacado Griffiths.