El notable esfuerzo por electrificar el parque móvil mundial tendrá una importante repercusión, y es que la demanda de baterías se multiplicará por 15 para el año 2030 con respecto a las cifras de fabricación a día de hoy. Esto significa que el nivel productivo deberá aumentar de forma paulatina con vistas a suplir tal demanda, la cual se calcula que se situará en torno a los 9 TWh anuales.
Estos datos han sido obtenidos gracias a la publicación de un estudio realizado por Rystad Energy, en el que se muestra que en 2021 la demanda de baterías se situó en los 580 GWh, cifra que ya duplicó a lo demandado el año anterior. El mayor auge del vehículo eléctrico personal, así como del propio almacenamiento estacionario para hogares o industria, supondrá un incremento en 15 veces para el año 2030, lo que muchos auguran que podrá poner en jaque la capacidad productiva mundial de las corporaciones especializadas del sector.
Como ya hemos mencionado, los vehículos eléctricos tendrán un valor muy destacable dentro de este importante aumento en la demanda de baterías. Estos representarán el 55% del mercado total para finales de esta misma década, alzándose con una cuota total de 4,9 TWh, 13 veces más de lo que actualmente comprende el mercado automovilístico, pues en 2021 la demanda total fue de 373 GWh. De este total augurado para inicios de la próxima década, 1 TWh estará copado principalmente por vehículos eléctricos comerciales.
Del mencionado aumento también tendrá buena parte de culpa el almacenamiento estacionario, el cual se estima que protagonizará una demanda de más de 2,5 TWh, el 29% del mercado total. En 2021, la demanda se situó en 139 GWh, un total ya notablemente elevado con respecto a 2020, debido principalmente al mayor auge del uso de energías renovables sobre hogares en particular.
Al contrario que en estos dos sectores mencionados (vehículos y almacenamiento estacionario) la aviación y los buques marítimos, a pesar de que también se prevé que requerirán de componentes de este tipo, su demanda no será apenas notoria ya que esta quedará como un porcentaje prácticamente residual.
La finalidad concreta de este estudio es hacer saber que el enorme ascenso en la demanda de baterías de cara a los próximos años, conllevará la necesidad de crear un suministro equiparable. Esto vendrá de la mano de una inevitable inversión sustancial y mejoras notables sobre la tecnología futura de estos dispositivos. Sobre esto, el estudio también hace mención del crecimiento que verá reflejado el mercado de baterías de iones de sodio, en detrimento de las actuales de iones de litio. No obstante, y a diferencia de la demanda que se estipula para 2030, si el nivel de fabricación no aumenta sistemáticamente, nos veremos relegados a un suministro que apenas cubra el 60% del total de demanda, alcanzando los 5,5 TWh.
En Europa se prevé un importante aumento en la demanda de estos dispositivos para finales de década, alcanzando un total de 1,9 TWh al año. No obstante, aunque esta cifra pueda parecer grande, ciertamente está muy por detrás del mercado chino, el cual seguirá copando el primer puesto en la demanda de baterías. Para el periodo futuro se espera que China alcance el 41% del mercado mundial, un total de 3,6 TWh anuales será necesario para satisfacer la demanda del país asiático.