Los coches urbanos y utilitarios cada vez tienen más difícil su supervivencia. Tras 47 años de historia, el pasado 7 de julio se dejó de fabricar el Ford Fiesta, uno de los coches más populares y emblemáticos en Europa. Ahora, de manera más callada, le toca decir adiós al que fue uno de sus rivales, el Nissan Micra.
Salvo que encuentres unidades pululando en stock, ya no es posible comprar un Nissan Micra nuevo. Aunque la marca ha sido discreta con este movimiento (al contrario que Ford, que despidió al Fiesta en todas sus redes sociales), el Micra ha dejado de fabricarse. El urbano de la marca japonesa se producía en la planta de Renault en Flins, cerca de París (Francia).
La quinta generación del Micra (K14) se lanzó al mercado en 2017 fruto de la alianza entre Nissan, Renault y Mitsubishi. Utiliza la misma plataforma que el Renault Clio IV, con quien también comparte algunas de sus motorizaciones. Sin embargo, mientras el Clio evolucionó con la plataforma CMF-B para poder utilizar sistemas híbridos, el Micra ha estirado su periplo comercial hasta donde ha podido con una tecnología obsoleta en el mercado actual.
Eso sí, el Nissan Micra volverá totalmente electrificado. El relevo del actual Micra será un coche totalmente eléctrico, primo hermano del Renault 5, que se fabricará en Douai y llegará al mercado en 2025. Utilizará la plataforma CMF-B EV, preparada para montar baterías de 45 y 52 kWh de capacidad que ofrezcan hasta 400 kilómetros de autonomía, y motores con potencias comprendidas entre 125 y 150 caballos. No obstante, las especificaciones del Micra eléctrico todavía están lejos de anunciarse oficialmente.
Teniendo en cuenta el 'juguete' que se ha inventado Alpine con el A290, podemos llegar a imaginar incluso una especie de Nissan Micra Nismo partiendo de la misma base del Alpine y con una potencia superior a los 200 caballos. No obstante, mientras la versión eléctrica es algo confirmado oficialmente, esta variante deportiva del Nissan es una mera especulación.
El Nissan Micra dejará hueco en Flins para adaptar la fábrica a los nuevos tiempos. Esta planta sufrirá una reconversión total y cesará la fabricación de coches en 2024, cuando termine la producción del Renault Zoe. A partir del año que viene, Flins se convertirá en una piedra angular de la economía circular del grupo francés. Allí se re-fabricarán coches usados como parte de la estrategia 'Re-Factory' de Renault, que consiste en dar una segunda vida a vehículos usados y poner en circulación vehículos en perfecto estado sin necesidad de fabricar uno desde cero.