La personalización es una industria que genera miles de millones cada año. En Europa apenas tiene calado, pero en Estados Unidos es casi una religión. Resulta difícil encontrarte dos coches iguales. Sin embargo, algunos fabricantes están empezando a mirar con malos ojos a la industria secundaria ante el temor de ver modificaciones extremas, sobre todo en los eléctricos. Con esta mentalidad, numerosos informes de Dodge desvelan que la marca no quiere que nadie toque el código de sus eléctricos si no recibe una autorización expresa por su parte.
Las mejoras o modificaciones son relativamente fáciles de aplicar a un coche de combustión. Con conocimientos de mecánica, es posible realizar grandes cambios, desde el chasis a la suspensión, pasando por el motor o los frenos. Todo es posible, pero con los eléctricos el trabajo resulta mucho más delicado. No sólo hay que saber configurar sistemas mecánicos, también es obligatorio tener conocimientos de informática. Alterar un código sin saber qué se está haciendo puede suponer un grave peligro para el conductor y para todos los usuarios de la vía.
Ante una perspectiva de modificaciones, Dodge piensa tomar cartas en el asunto de forma bastante drástica. El director ejecutivo, Timothy Kuniskis, ha declarado a Muscle Cars and Trucks que su intención es controlar en todo momento las posibles actualizaciones que se hagan en el sistema operativo de sus futuros coches eléctricos para que así "se hagan bien". Eso no quiere decir que los eléctricos vengan completamente inaccesibles de fábrica, pero sí que la compañía se guarda su derecho a autorizar los posibles cambios que se vayan a realizar.
El propio Kuniskis ha comentado: "Estoy seguro de que alguien intentará hackearlo, pero esa tarea será exclusiva de Direct Connection y, francamente, esa es una de las razones por las que nos sentimos muy convencidos de lo que yo llamo "Crystals". Los "Cristales" están asociados a todo el coche, al número de bastidor y a la centralita electrónica y cada uno es específico para ese coche. Queremos canalizar todo a través de nuestro control y queremos hacerlo a través de nuestros programas Direct Connection y Power Broker para asegurarnos de que estamos controlando todo lo que sucede en esos coches".
El máximo responsable de la compañía también ha anunciado que, en caso de permitirse las actualizaciones, estas quedarán asociadas al coche de por vida y no al propietario original que pague por ellas. Todo hace pensar que Dodge trabaja en una serie de paquetes de mejora oficiales que será comercializada a través de una vasta red de tiendas aftermarket. El cliente tan sólo debería acudir a uno de los centros, pagar por la mejora y que esta se cargue en el coche mediante el programa Direct Connection oficial. Por el momento, se desconoce en qué consistirán esos programas, pero la mayoría se centrarán en su división deportiva.
La era de los muscle car eléctricos está a la vuelta de la esquina. Muchos fabricantes americanos han confirmado su cambio, entre ellos Dodge. Hace unos meses presentaron en sociedad el Dodge Charger Daytona SRT Concept. Entre sus muchas cualidades, este deportivo eléctrico promete más de 800 caballos de potencia y un rendimiento excepcional. Los clientes que así lo deseen podrán acceder a un amplio programa de mejoras a través de los Crystals, aunque, lo dicho, siempre bajo la expresa aprobación de la marca.