En el seno de la Alianza -el grupo formado por Renault, Nissan y Mitsubishi- ha habido algunas discrepancias en lo que a tecnología del vehículo eléctrico se refiere. Las dos compañías con más peso, Renault y Nissan, tienen enfoques diferentes para el futuro, aunque también puntos en común. Una de las tecnologías por las que más apuesta Nissan son las baterías de electrolito sólido, que gracias a sus mejores prestaciones, pueden facilitar la electrificación de algunos modelos que hoy no se plantean como eléctricos.
En una entrevista reciente con la prensa australiana, Guillame Cartier, jefe de Nissan Australia, ha dicho que esta tecnología podría allanar el camino para electrificar vehículos con motor de combustión interna que, por unas u otras razones, hoy en día son poco susceptibles de ser completamente eléctricos.
En las baterías de electrolito sólido, el separador y el electrolito se combinan en un único elemento sólido (de ahí su nombre), en lugar de tener un electrolito líquido separando ánodo y cátodo, como llevan las baterías actuales. Como resultado, las celdas pueden ser mucho más delgadas y caben más en un mismo espacio.
De hecho, ahí está una de las mayores ventajas de las baterías de electrolito sólido: pueden almacenar mucha más energía en un mismo espacio en comparación con las tecnologías actuales. La densidad de energía es entre un 70% y un 100% mayor en comparación con las baterías de electrolito líquido. Dicho de otra manera, podrán almacenar el doble de energía en un mismo espacio. Esto permitirá hacer coches con baterías menos voluminosas y menos pesadas o, con una batería de tamaño similar a las actuales, coches eléctricos con mucha más autonomía.
Según Cartier, estas baterías "cambiarán las reglas del juego" y espera que la tecnología llegue a los futuros modelos eléctricos e híbridos de Nissan a partir de 2027. Además, estas baterías permitirán electrificar modelos como el Nissan Patrol, el Nissan GT-R o el Z, tres modelos que, de momento, se contemplan únicamente con motor de combustión.
"Tienes dos opciones: o reducir el tamaño de la batería que estás usando hoy en día en los coches, de modo que sean más asequibles y aumente el número racional de personas que quieren comprar [un vehículo eléctrico], o puedes usar el mismo tamaño de batería y, al tener [estado sólido] como [tecnología de] batería, serás más eficiente y podrás electrificar algunos modelos que hoy no lo son", explicó Cartier.
Los Nissan GT-R y Z son modelos deportivos que, por razones de peso y otras cuestiones relacionadas con la poca aceptación del coche eléctrico en Japón, a día de hoy no se conciben como eléctricos puros. No obstante, podrían añadir cierta electrificación en sus respectivas próximas generaciones y ser modelos híbridos.
Por su parte, el Nissan Patrol es un coche de mucho éxito en mercados donde tampoco impera el vehículo eléctrico, como Oriente Medio y Estados Unidos. Además, por el tipo de uso al que puede someterse, la autonomía puede ser un factor determinante. Pese a todo, parece simplemente una cuestión de tiempo que se resolverá, muy probablemente, hacia finales de la década.