Nadie va a sorprenderse del hecho de decir que la red social favorita de Elon Musk es Twitter. El magnate americano la ha usado para hacer algunos de los anuncios más importantes de Tesla o Space X. Tras hacerse con una parte del accionariado, Elon Musk acaba de anunciar oficialmente la compra de la totalidad de Twitter por una suma de 43.394 millones de dólares, unos 40.504 millones de euros.
En las últimas semanas, uno de los temas favoritos de las redes sociales ha sido la intención de compra de Twitter por parte de Elon Musk. El dueño de Tesla, Neuralink, Space X y The Boring Company, entre otras, ya puede sumar una de las principales redes sociales del mundo. La operación de compra no ha sido nada sencilla, aunque el empresario ha sabido jugar muy bien sus cartas tras la adquisición del 9,1% de las acciones a principios de este mismo mes, lo que ya le supuso realizar un desembolso de 2.890 millones de dólares.
Siendo el mayor accionista individual de Twitter, Musk renunció a ocupar un puesto en la cúpula directiva, a pesar de las grandes reformas que tenía en mente para la compañía. Lo que pocos pudieron adivinar es que Elon Musk se lanzaría a comprar el resto de la compañía, el 90,9% que le quedaba por poseer. En un primer momento los directivos de Twitter pensaron en bloquear la opa, aunque finalmente se ha pactado un precio de venta que ha contentado a ambas partes.
43.394 millones de dólares que el hombre más rico del mundo tendrá que abonar en los próximos días. Elon Musk pagará gran parte de esa suma en dinero contante y sonante, restando una parte de su fortuna personal, valorada en más de 260.000 millones de dólares. El resto lo pagará con obligaciones de deuda y la financiación de diversos bancos como Morgan Stanley y grupos de inversión, una operación avalada con las acciones que Musk conserva de Tesla, un 17% de una compañía que actualmente está valorada en más de 1 billón de dólares.
Elon Musk no solo tendrá que luchar contra los muchos detractores de Twitter, también con números negativos desde hace varios cursos. El año pasado la red social anunció unas pérdidas de 221 millones de dólares, a pesar de ingresar más de 5.000 millones. Además de volver a un balance positivo, el empresario sudafricano quiere hacer cambios en la política de libertad de expresión que Twitter ha estado empleando en los últimos años y que ha causado cierto malestar entre algunos usuarios y comunidades, incluido el propio Musk.
Estas fueron las declaraciones del ahora dueño de Twitter tras la compra del primer paquete de acciones: "Invertí en Twitter porque creo en el potencial de ser la plataforma para la libertad de expresión en todo el mundo y creo que la libertad de expresión es un imperativo social para una democracia funcional. Sin embargo, desde que hice mi inversión me he dado cuenta de que la empresa no prosperará ni servirá para este imperativo social en su forma actual. Twitter necesita transformarse en una empresa no cotizada".