Elon Musk es conocido principalmente por ser el CEO de Tesla, pero también por estar involucrado muy a menudo en polémicas por las declaraciones que hace. Y formar parte del Gobierno de Estados Unidos como asesor no le impide seguir haciendo lo mismo. El último encontronazo lo ha tenido con Peter Navarro, considerado uno de los responsables de la política arancelaria que ha puesto Donald Trump en marcha en Norteamérica.
Si bien Musk estuvo un tiempo callado a pesar de las amenazas en forma de nuevos aranceles por parte de Trump, lo cierto es que el CEO de Tesla ya ha empezado a ser especialmente crítico con estas tasas de importación, y que están haciendo mucho daño al fabricante de coches eléctricos.
El polémico Elon Musk vuelve a la carga
Pese a ser una marca norteamericana, lo cierto es que muchas de las piezas se fabrican en Canadá y México, por no hablar de la planta que la firma tiene en Shanghái (China). Lo que quiere decir que también están saliendo mal parados por esta maniobra de la Administración de Trump.
Además, países como Canadá ya avisaron de que Tesla y las empresas que apoyen las maniobras del Gobierno de Estados Unidos tendrían unos aranceles mucho más altos, y en realidad la Unión Europea, entre otros, prepara una respuesta en forma de nuevas tasas que también perjudicaría a los coches de Elon Musk.
De hecho, recientemente, Musk hizo unas declaraciones en las que se mostraba en contra de los aranceles, asegurando que el libre comercio debería ser el camino a seguir, especialmente en cuanto a la relación comercial entre la Unión Europa y Norteamérica, que en ese momento era de lo que estaba hablando.
A las opiniones y consejos del CEO de Tesla, el asesor comercial de Donald Trump, Peter Navarro, respondió que “Elon es un fabricante de automóviles, pero no un fabricante de automóviles al uso. Es un mero ensamblador de coches. Es un aficionado a los coches. A eso se dedica, y quiere piezas extranjeras baratas. Muchas piezas que usa provienen de Japón, China y Taiwán”.
La respuesta de Elon Musk a Peter Navarro
Unas palabras que no han gustado a Elon Musk, quien ha terminado diciendo de Navarro, a quien responsabiliza de los aranceles, que “es más tonto que un saco de ladrillos”, además de apelativos nada cariñosos como que es “un imbécil”.
La disputa ha sido vista por la Casa Blanca como poco más que “un juego de niños”, pero deja claro que Musk no es bien recibido por todo el mundo en el Gobierno de Trump, además del enfrentamiento cada vez mayor por cómo está afectando todo a sus negocios, especialmente a la reputación y las ventas de Tesla.
Quizá este sea un paso más hacia la salida de Musk del Gobierno, pues se rumoreaba hace unos días que ya había llegado a un acuerdo para dejar de ser asesor de Trump en las próximas semanas.