Hyundai quiere convertirse en uno de los actores principales en la nueva era de la movilidad. Híbridos, híbridos enchufables y 100% eléctricos alimentados solo con baterías centran toda su atención, pero también tienen tiempo y espacio para ofrecer uno de los pocos coches con pila de combustible de hidrógeno del mundo. El Hyundai Nexo es un rara avis dentro del mercado. Sus ventas son prácticamente residuales. Demasiado avanzado a su tiempo, el modelo coreano recibe ahora una actualización de cara a 2024, pero sus cambios son tan mínimos que podrían hacer sospechar que Hyundai puede estar considerando abandonar el barco.
Fue en enero de 2018 cuando el fabricante dio a conocer el Nexo. Con ya un lustro a sus espaldas, el SUV de pila de combustible prometía hacer olvidar la combustión y la electricidad con el hidrógeno como principal aliado. No fue el primer intento de Hyundai por ofrecer una alternativa en la categoría. Años antes presentaron el ix35 FCEV, que se vendió incluso menos que el Nexo. Las ventas siguen siendo meramente testimoniales. Desde 2018 tan sólo se han vendido 35.000 unidades en todo el mundo, la mayoría en Corea.
Ante esos datos, cualquier otro fabricante ya habría descatalogado el producto, pero Hyundai no se rinde del todo. Los coreanos presentan ahora una nueva versión, por denominarla de alguna manera. Durante años se han escuchado promesas sobre un posible gran relanzamiento. A finales del año pasado las perspectivas eran presentar una nueva generación apoyada en un rediseño completo y en una profunda mejora mecánica que permitiría viajar durante 1.000 kilómetros sin parar a repostar. La realidad es que no es así.
Estéticamente hablando, no hay cambios, tampoco a nivel de equipamiento ni mecánico. Hyundai lo considera un modelo de 2024, pero la realidad es que es prácticamente igual al de 2023. La nueva generación es un intento de volver a situar en el mapa al Nexo. Tras los retrasos y las novedades de esta nueva edición, los expertos hablan de más sombras que luces sobre la pila de combustible. ¿Seguirá Hyundai manteniendo el Nexo los próximos años?
La realidad es que el coche en sí no tiene ningún defecto y, por eso, no hay apenas cambios. Sus cifras son buenas. Con 163 caballos de potencia, los tres depósitos de hidrógeno de 52,2 litros cada uno permiten recorrer distancias homologadas de hasta 660 kilómetros. Los tiempos de carga son mínimos y, como tal, el Nexo presenta todas las ventajas de un coche eléctrico con todas las cosas positivas de un vehículo de combustión. El problema está en la red de hidrogeneras del mundo. Aunque muchos expertos consideran el hidrógeno como una alternativa real a la movilidad eléctrica, la pila de combustible sigue teniendo en la infraestructura pública su peor aliado.
Es lo mismo que pasaba hace unos años con la red de carga para eléctricos y el panorama ha cambiado. La duda está en si Hyundai tendrá la paciencia para mantener con vida el Nexo. Caso contrario es el del Toyota Mirai. Sin ser considerado un éxito, los japoneses han sabido vender mucho mejor a su único coche impulsado por hidrógeno. El Mirai cuenta ya con dos generaciones, esta vez sí de verdad, y todo indica que Toyota seguirá mejorando su berlina de forma recurrente. Es tal la visión de Toyota por el hidrógeno que están decididos a competir con él en las máximas categorías del motorsport, incluyendo las 24 Horas de Le Mans de 2024.