Contabilizar los puntos de recarga que existen en cada país no es una labor sencilla. Por un lado, es necesario categorizar los puntos: no es lo mismo un punto de 22 kW de potencia que uno de más de 150 KW o más. El primero no servirá para realizar viajes, pero el segundo sí. El último Barómetro de Electromovilidad de ANFAC (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones) muestra que, a finales de 2023, España experimentó un aumento significativo en el número de estaciones de carga para vehículos eléctricos, el mayor desde que se inició este informe en 2019. Para finales de ese año, había 29.301 puntos de recarga públicos, lo que representa un incremento de 11.173 puntos en comparación con el año anterior.
Por otro lado, la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE) informa que en España, durante el primer trimestre de 2024, el número de estaciones de carga pública operativas ha aumentado un 39,98% en comparación con el mismo período del año anterior, cuando había 23.003 puntos. Ahora hay un total de 32.200 puntos. Se trata de puntos de carga de más de 22 kW, rápidos y ultrarrápidos, que representan el 34% del total.
Las cuentas de ACEA
El último informe de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) sitúa a España como uno de los diez países con un mayor número de puntos de recarga para vehículos eléctricos de la Unión Europea (UE). En concreto, es el sexto país con un mayor porcentaje de puntos de recarga de la UE con cerca de 30.400, lo que supone algo más de un 4% sobre el total, con registros similares a los de Suecia e Italia.
En este estudio, España logra una mejora de 3,7 puntos en el indicador global, pero la distancia se incrementa respecto al resto del continente que alcanza una media de 27,4 puntos. Países Bajos es, según el último informe de ACEA, el país con la mayor proporción de esta infraestructura para la nueva movilidad, ya que tienen 52 veces más de puntos de recarga (144.453) que Rumanía (2.754), a pesar de ser el de Europa del Este un territorio siete veces mayor.
Solo tres países de la Unión Europea, que cubren más del 20% de la superficie del bloque comunitario (Países Bajos, Francia y Alemania), albergan casi dos tercios, esto es, más de seis de cada diez puntos de recarga de toda la UE.
El otro tercio (39%) del total de cargadores se distribuye en los 24 Estados miembros restantes, cubriendo casi el 80% de la superficie de la región. Los países con un número más reducido de puntos de recarga y por debajo de Rumanía son Croacia, con poco más de un millar de emplazamientos, las repúblicas bálticas de Estonia (683) y Letonia (535) además de Chipre (329) y Malta (101).
Por lo tanto, a pesar del dato de ser el sexto país en porcentaje de puntos de recarga, España está todavía lejos de poder mirar de igual a igual a los países de su entorno. Además de la lentitud en la expansión de puntos de recarga de alta potencia (por encima de los 100 kW, que son aquellos que permiten viajar con cierta comodidad), en su informe, ANFAC denunciaba que 7.728 puntos de carga públicos están fuera de servicio en España debido a fallos, mal estado o falta de conexión a la red eléctrica, lo que equivale al 21% de la infraestructura nacional.
La organización estima que, si estos puntos estuvieran en funcionamiento, el país tendría un total de 37.029 puntos de carga pública, lo que incrementaría la densidad de puntos de recarga de 6,7 a 8,6, superando a Italia y Portugal.