Build Your Dreams o BYD es la obra maestra de Wang Chuanfu, un hombre de negocios que quiere que la hazaña de Elon Musk quede en anécdota y, de momento, lleva buen camino. La compañía china es muy conocida por su propuesta de modelos de coches eléctricos y baterías, pero lo cierto es que BYD no ha aparecido de la nada en los últimos años.
Fue a finales del siglo XX, cuando Chuanfu encontró un filón suministrando baterías de iones de litio para los populares dispositivos móviles de antaño, un negocio que por aquel entonces controlaban Nokia y Motorola. La creación de la empresa data del año 1995 y, tan sólo tres temporadas después, ya se habían colado en Europa. Hablamos, por supuesto de BYD Co, la multinacional. El nacimiento de BYD Auto, la división automotriz, no llegó hasta 2003, cuando se adquirió Xi'an Qinchuan Automobile. Este fabricante chino, registró sus primero signos actividad en 1987.
La compañía, pues, lleva metida en la industria del automóvil más de diez años. Aunque en nuestro continente el boom no llegó hasta 2020, en 2008 ya presentaron en el Salón del Automóvil de Ginebra una versión híbrida enchufable del BYD F3. Aquello fue toda una declaración de intenciones que sólo unos pocos supieron ver.
Casi nadie pensó entonces que más de diez años después, BYD estaría batiéndose el cobre por liderar el top mundial de venta de coches eléctricos con el gigante Tesla. La escalada real, como decimos, se inició en 2020, cuando apostaron por una tirada inicial de tres modelos 100% eléctricos fuera de sus fronteras, con los que consiguieron sumar unas ventas de casi 430.000 unidades. El crecimiento fue abrumador y, para 2023, cerraron con más de tres millones de vehículos electrificados vendidos en todo el mundo.
A pesar de que BYD Auto ha conseguido esto en tan sólo tres años, la empresa que lidera Wang Chuanfu ha ido dando pequeños pasos fuera de China hasta convertirse en lo que es. El CEO es famoso por su habilidad para convencer a importantes inversores norteamericanos, de esos que sólo Elon Musk y otros pocos gurús son capaces de llevarse a su terreno.
Aunque muchos medios hablan ya de BYD como la marca que más coches eléctricos vende en el mundo, lo cierto es que todavía no ha superado a Tesla en cuanto a cero emisiones se refiere, ya que en sus cifras incluye las ventas de híbridos enchufables y esa no es una batalla justa frente a la compañía de Musk. De hecho, de los 3,01 millones de unidades que se van vendido a nivel global con el emblema de BYD, casi la mitad corresponden a versiones PHEV, en concreto 1,4 millones de unidades. Teniendo en cuenta estas cifras, los 1,6 millones de vehículos EV se quedan cerca pero todavía a distancia de los casi 1.81 millones de automóviles matriculados por Tesla, el rival que tienen en el centro de su diana.
Lo que nadie puede negarle a BYD es que se ha colado entre los diez constructores de coches que más venden, un privilegiado listado en el que Toyota, Volkswagen y el Grupo Hyundai están en la cima.
BYD hace mucho más que turismos eléctricos, ya que está detrás, incluso, de vehículos de mayor tamaño como autobuses y camiones, que también utilizan en su gran mayoría sistemas de propulsión electrificados. Pero el gran golpe de los últimos años lo ha conseguido Wang Chuanfu apostando por un catálogo de automóviles libres de emisiones que han puesto a la marca en boca de los conductores de todo el mundo.
Sus modelos BYD Seagull, BYD Dolphin, BYD Seal, BYD Atto 3, BYD Song y BYD Tang son propuestas que tocan prácticamente todos los segmentos posibles o, al menos, los de mayor éxito en los mercados. Y no van a parar hasta desbancar a Tesla y al resto de fabricantes del mundo. Suenan ya otras marcas de lujo dependientes de BYD Co, como Denza y Yangwang, con las que quieren también luchar de tú a tú con las marcas más prémium. Tampoco se descarta que pronto veamos sus vehículos comerciales en nuestro continente, porque en esa categoría BYD también tiene recorrido.
Que la marca fabrique sus propias baterías, es un buen punto de partida a la hora de ser rentable y poner en el mercado coches eléctricos a precio más económico que los de Tesla o Volkswagen, entre otros. Algunos fabricantes europeos ya estarían empezando a dejarse seducir por las baterías eléctricas de BYD y podrían incorporarlas en sus modelos en los próximos años.
Que su crecimiento en Europa y Norteamérica continúe, depende de la decisión de los líderes, pues los europeos, por ejemplo, ya investigan a China por posible competencia desleal y estudian estrategias para equilibrar los precios de los coches eléctricos que se fabrican en el país asiático, como es el caso de BYD. Algo similar está ocurriendo en Estados Unidos. Consciente de lo que esto puede suponer, Chuanfu ya tiene en camino un proyecto de puesta en marcha de su primera fábrica en Europa. Concretamente, en Hungría en un futuro próximo.
Lo hacen a sabiendas de que podría haber importantes consecuencias para sus ventas, como ya ocurre en Francia. Los galos se han adelantado a las decisiones de Bruselas y ya han dejado fuera de las ayudas a la compra a la totalidad de coches que se fabrican en China. En realidad, han retirado el Bono Ecológico, equivalente a nuestro Plan Moves III, a cualquier automóvil que no cumpla con una serie de requisitos sostenibles, también en relación a su fabricación y componentes. Y eso hace que sólo cumplan el criterio los automóviles que se construyen en plantas europeas.
Seguiremos de cerca los pasos de BYD...