Volvo fue una de las primeras compañías en comprometerse con una gama completamente electrificada, adelantando la fecha para eliminar todo rastro de combustión en su gama a 2030. Si bien las circunstancias han cambiado ligeramente, los suecos han seguido una estrategia algo distinta a la de otros fabricantes al electrificar su línea de vehículos.
En este camino, y con seis años por delante para alcanzar su objetivo, las cosas no le han ido mal. Con una imagen de producto muy atractiva y, especialmente, un modelo que ha conquistado al público gracias a su diseño, tamaño adecuado y una relación calidad-precio difícil de superar, está logrando destacar en las listas de ventas. Ha experimentado un notable incremento en sus ventas, principalmente debido al éxito del EX30, el SUV eléctrico de entrada en la gama eléctrica. Sin embargo, le ha llegado turno a su nuevo buque insignia eléctrico: el EX90.
Muchas cosas buenas a bordo del Volvo EX90
El Volvo EX90 es un imponente SUV eléctrico premium, de tres filas, en el que pueden acomodarse hasta siete personas que según la marca “define una nueva era para la seguridad”. Algunos problemas técnicos han obligado a la marca a dejar pendientes algunas características del EX90 que se activarán a través de una actualización de software futura.
Aunque, precisamente, el EX90 representa el planteamiento tecnológico de la marca en el diseño de sus automóviles definidos por software, también refleja la tendencia en la industria a adoptar el enfoque de producto mínimo viable, muy popular en el sector tecnológico.
Volvo ha creado una plataforma completamente nueva para vehículos eléctricos más grandes, que será compartida con otras marcas del grupo Geely, como es el caso de Polestar. El EX90 es ligeramente más largo que el Polestar 3 y, a diferencia del este cuenta con tres filas de asientos, ofreciendo espacio para cinco o siete personas según se elija un banco o un par de asientos independientes en la fila del medio.
El EX90 presenta un diseño atractivo y bien equilibrado, con algunos ángulos sutilmente marcados, especialmente alrededor de las ruedas traseras. Destaca, para bien o para mal, el sensor LiDAR situado en la parte alta del parabrisas, que resulta chocante pero que también supone un desarrollo tecnológico todavía poco habitual.
Como era de esperar de Volvo, el EX90 cuenta con numerosos detalles de diseño interesantes tanto en el interior como en el exterior, incluyendo múltiples compartimentos de almacenamiento, ganchos para bolsas de compras, portavasos y puertos USB-C.
El EX90 actualmente ofrece tres opciones de motorización: Single Motor (205 kW /279 CV, 580 km de autonomía), Twin Motor (300 kW /408 CV, 585 km de autonomía) y Twin Motor Performance (380 kW / 517 CV, 580 km de autonomía). En el primer caso la batería es de 101 kWh útiles (104 kWh brutos), mientras que en el caso de doble motor es de 107 kWh / 111 kWh.
Se combinan con tres acabados Core, Plus y Ultra. Los precios arrancan en 83.127 € para la versión Single Motor y acabado Core, hasta los 107.279 € del Twin Motor Performance acabado Ultra.
El equipamiento del EX90 tienen una serie de características avanzadas de nivel superior como son los faros matriciales capaces de proyectar imágenes, sistema de sonido Bowers & Wilkins con 25 altavoces y soporte para Dolby Atmos o la posibilidad de apertura y arranque del vehículo mediante un teléfono móvil.
En el interior, el habitáculo recibe a los ocupantes con dos pantallas. La más pequeña está detrás del volante y muestra información esencial de la instrumentación; la velocidad, autonomía y estado de los asistentes a la conducción. La segunda, más grande, de 14,5 pulgadas, se ubica en el centro del salpicadero en posición vertical. Permite acceder al sistema Android Automotive. Incluye conectividad 5G y es compatible con Android Auto y Apple CarPlay inalámbrico. Fundiones como como el cierre o la climatización se pueden controlar a distancia desde el móvil, aunque no todos ellos son gratuitos.
El Volvo EX90 equipa un sensor LiDAR de Luminar que detecta objetos y personas en la carretera hasta a 250 m de distancia y en condiciones de poca luz. Un elemento clave para habilitar la conducción autónoma de nivel 3 en el futuro que, aunque necesita un conductor ante el volante, no precisa de su intervención instantánea.
Además del LiDAR, el EX90 cuenta con una avanzada tecnología de detección que incluye 5 radares, 8 cámaras y 16 sensores de ultrasonidos que trabajan para monitorizar y mapear los alrededores del vehículo, identificando objetos y ayudando a mejorar la seguridad y eficiencia del sistema de conducción autónoma.
… Y algunas cosas malas
El EX90 es un vehículo altamente avanzado, equipado con los últimos procesadores de Nvidia y Qualcomm, necesarios para gestionar todos estos sistemas que recogen una cantidad enorme de datos y que deben ser tratados para obtener respuestas inmediatas.
Por ahora, la unidad LiDAR, solo recopila datos que los ingenieros de Volvo puedan trabajar sobre ellos. La integración completa de este sistema con los avanzados sistemas de asistencia al conductor (ADAS) del EX90 aún no está finalizada.
Cuando esta integración esté completa, los EX90 deberían ser capaces de detectar otros usuarios de la carretera, incluidos peatones, a distancias de hasta 250 metros, tanto de día como de noche. Además, otras funciones ADAS como las alertas de tráfico cruzado frontal y frenado, la asistencia en rutas de cruce recto y el asistente de velocidad en curvas también llevan retraso. El año que viene, una actualización de software hará operativo este sistema de manera completa.
Algunas funcionalidades como la capacidad del EX90 para la carga bidireccional o la programación de la carga dinámica para aprovechar las tarifas más bajas todavía no están listas. Tampoco lo está la función de enchufar y cargar, que permitiría al vehículo gestionar la facturación y autenticación al conectarse a un cargador sin que el conductor necesite utilizar una aplicación.
Las empresas tecnológicas nos han acostumbrado a lanzar productos al mercado antes de que estén completamente listos, a la espera de futuras actualizaciones de software que añadan el resto de las funciones. Con la llegada del vehículo definido por software, los conductores tendrán que asumir la estrategia será similar. Lo que puede parecer una desventaja puede interpretarse como algo beneficioso, puesto que, al contrario de lo que ocurre ahora, el vehículo tendrá más valor pasado un cierto tiempo.