Estos fabricantes han respondido a los aranceles de Donald Trump en EEUU dejando de enviar coches

Desde la puesta en marcha de las nuevas tasas de importación del 25% a los vehículos extranjeros en Norteamérica, algunos empiezan a abandonar el mercado para no pagar más.

Les queda stock para un par de meses.
Les queda stock para un par de meses.
09/04/2025 10:00
Actualizado a 09/04/2025 10:00

Con el escenario que se vive a nivel global después de que Donald Trump ordenara impuestos a todos los países extranjeros que quieran hacer negocio en Estados Unidos, los distintos fabricantes de automóviles han tenido que improvisar las que han creído que son las maniobras más adecuadas, al menos de manera temporal.

Audi y Jaguar-Land Rover (JLR) han decidido dejar de exportar coches a Norteamérica ante el aumento de costes que supondría, un 25% extra en el caso de los vehículos y las piezas de automoción. Pero también hay una tasa genérica del 20% para el resto de productos.

Las marcas tienen claro que deben parar

La guerra comercial ha obligado a tomar esta difícil decisión.
La guerra comercial ha obligado a tomar esta difícil decisión.

Y aunque durante los primeros días desde que se activaran los aranceles (el 2 de abril) se siguieron enviando algunos coches de estas marcas, lo cierto es que se ha decidido no ponerlos a la venta, a la espera de algún acuerdo entre la Unión Europa y Estados Unidos que permita volver a las condiciones previas de importación, o a algún pacto que permita reducir las tasas impuestas recientemente.

Más que nada, porque mantener el negocio tras la política arancelaria de Donald Trump significaría perder importantes beneficios, o elevar el precio de los coches para compensar total o parcialmente la subida de los aranceles.

En el aire queda que se llegue al plan de aranceles cero entre la Unión Europa y Norteamérica que plantea Bruselas y que Elon Musk aconseja, aunque Trump no parece muy dispuesto a negociar próximamente. También se ha hablado de una paralización durante tres meses de los aranceles para tratar de hacer nuevas negociaciones, pero lo cierto es que las tasas han llegado más tarde de lo que prometió el presidente norteamericano, y podría mantenerse férreo en su política arancelaria.

Un futuro incierto

Lo que ocurra en los próximos meses dependerá de lo que negocien los líderes políticos.
Lo que ocurra en los próximos meses dependerá de lo que negocien los líderes políticos.

Stellantis, por ejemplo, lo que ha hecho ha sido paralizar temporalmente dos plantas situadas en México y Canadá, a la espera de que el escenario pueda cambiar, y estos cierres también han afectado a los empleos del personal en territorio estadounidenses encargado de coordinar la llegada de los vehículos producidos en las citadas plantas.

La situación actual refleja que a los fabricantes les queda un inventario para unos dos meses, es decir, un stock que ya tenían en Estados Unidos antes de los aranceles y que podrán vender en condiciones normales.

El problema vendrá después, por lo que tendrán que moverse e improvisar según las decisiones que se vayan tomando, pero el escenario es realmente complicado, y no será bueno para las rentabilidad de las empresas, pero tampoco para el bolsillo de los clientes.