Estudiantes de la universidad belga KU Leuven han puesto de manifiesto, una vez más, lo relativamente sencillo que es vulnerar un sistema de acceso sin llave de un coche moderno. En este caso, consiguiendo vulnerar la seguridad de un Tesla Model X, a pesar de los esfuerzos de Tesla por cuidar la seguridad electrónica.
Tesla, con Elon Musk, se suele vanagloriar de la seguridad de sus coches eléctricos. No obstante, la marca ha participado repetidamente en concursos de seguridad informática ofreciendo grandes sumas de dinero a quien consiguiera encontrar fallos y/o vulnerabilidades en sus sistemas, incluyendo premios de hasta 1 millón de dólares para quien consiguiera hackear por completo un Model 3.
Sin embargo, y a pesar de cuidar mucho el apartado de la seguridad informática (al fin y al cabo, un coche moderno no es nada sin la electrónica), ni siquiera Tesla está a salvo de errores. Investigadores y estudiantes de la Universidad KU Leuven han conseguido hackear un Tesla Model X haciéndose con él en poco más de 1 minuto, haciendo uso de unos pocos aparatos y sus conocimientos sobre informática y electrónica.
La historia ha salido a la luz gracias a Wired, que ha detallado los pormenores del proceso. Para conseguir una copia de las llaves, al parecer, lo primero que hicieron fue conseguir una unidad de control de un camión del desguace. Esta la emparejaron con una mini computadora Raspberry Pi y se colocaron a unos cinco metros del vehículo para interceptar las ondas de radio del coche de manera efectiva. Apenas 90 segundos después, los estudiantes consiguieron abrir las puertas y acceder al Model X de 90.000 euros.
Tranquilos, aunque el procedimiento se haya hecho público, pocos serán capaces de replicar lo que han hecho los estudiantes belgas. Por si eso fuese poco, después de localizar la vulnerabilidad, los hackers informaron a Tesla del problema, que lo solucionó mediante una actualización de software (2020.48) hace un par de semanas. Los informáticos de la universidad belga recibieron una recompensa de 5500 dólares (unos 4600 euros), como parte del programa 'Bug Bounty' de Tesla, en el que la firma estadounidense alienta a expertos de todo del mundo a buscar fallos en sus sistemas a cambio de recompensas.
Aunque era la tercera vez que este grupo de estudiantes conseguía abrir un Tesla Model X, no podemos achacarlo a un problema de Tesla sino de la tecnología en sí misma. Uno de los problemas con los coches que equipan entrada y arranque sin llave es precisamente la vulnerabilidad que tienen ante los piratas informáticos. La tecnología es cómoda para el propietario, sin duda, pues permite abrir el vehículo sin tener que sacar la llave del bolsillo; pero tiene sus deficiencias. Y para comprobarlo (sin que sea de primera mano), no hace falta más que una búsqueda en Google...
