El fabricante chino Anhui Jianghuai Automobile Group, más conocido como JAC, está empezando a probar las baterías de sodio en sus coches eléctricos más asequibles, una alternativa más barata a las baterías de litio convencionales y que podría convertirse en la tecnología elegida para poder tener coches eléctricos verdaderamente asequibles en el segmento de los urbanos, condenado a desaparecer con la electrificación debido a su alto precio.
Las baterías son el componente más caro de un vehículo eléctrico y, por tanto, el mayor obstáculo a la hora de tener un coche eléctrico asequible. Las baterías de litio-ferrofosfato (LFP), más asequibles en comparación con las celdas ricas en níquel y cobalto, son un avance en ese sentido; y las baterías de sodio pueden ser el siguiente.
El fabricante chino JAC ha anunciado este jueves que empezará a probar las baterías de sodio de HiNa Battery Technologies en un vehículo de pruebas basado en el Sehol EX10 eléctrico, un pequeño coche urbano de batería que se vende en China (Sehol es una marca de la empresa conjunta entre JAC y Volkswagen Anhui). Un vehículo que, de materializarse, competiría directamente con el BYD Seagull, que previsiblemente también utilizará esta tecnología.
Este Sehol EX10 tan especial equipa una batería de sodio de 25 kWh de capacidad cuya densidad energética es de 120 Wh/kg a nivel paquete y de 140 Wh/kg a nivel de celda. Según el fabricante, tiene 252 kilómetros de autonomía y admite carga rápida de 3C a 4C. Para ponerlo en contexto, el Sehol EX10 eléctrico convencional se vende con dos versiones de batería: 19,7 kWh y 31,4 kWh, que homologan 200 y 302 kilómetros de autonomía en ciclo NEDC, respectivamente. Estas versiones, disponibles en el mercado chino desde poco más de 6.000 euros al cambio actual, llevan baterías de litio-ferrofosfato.
Hasta ahora, las baterías de sodio habían sido utilizada principalmente en vehículos eléctricos pequeños (motos y bicis) y en aplicaciones estacionarias. El anuncio de Seholy HiNa Battery supone un paso importante hacia su aplicación en turismos. Según la compañía china, testearán esta tecnología y lanzarán un coche con ella «en el momento adecuado». A medida que la tecnología madure y sus prestaciones mejoren, no descartan usarla también en coches de mayor tamaño. No obstante, no son los únicos: BYD ya está probando esta tecnología, además de CATL y Svolt.
Además del anuncio de este vehículo de pruebas equipado con batería de iones de sodio, Hina Battery también ha presentado oficialmente tres celdas de batería de iones de sodio. Estos tres tipos de celdas son la celda cilíndrica NaCR32140-ME12, la celda cuadrada NaCP50160118-ME80 y la celda cuadrada NaCP73174207-ME240, con densidades energéticas de 140 Wh/kg, 145 Wh/kg y 155 Wh/kg, respectivamente. Ninguna de ellas alcanza la densidad energética de las baterías de sodio de CATL, que anuncian 160 Wh/kg.
Entre las ventajas de las baterías de sodio, además de ser más baratas, cabe destacar su mayor vida útil, el amplio de rango de temperaturas en el que pueden trabajar y su mayor seguridad, ya que no son inflamables. Según HiNa, las celdas de ion-sodio son entre un 30 y un 40 por ciento más baratas de fabricar que una celda de ion-litio. La principal desventaja es su menor densidad energética, inferior incluso a las baterías de litio-ferrofosfato. No obstante, investigadores japoneses han descubierto una manera de aumentar la capacidad energética de estas baterías.