Los fabricantes de coches se enfrentan de nuevo a los plazos de descarbonización para evitar una crisis en la industria europea

Las marcas entienden que la normativa prevista no se ajusta a la realidad de un sector que tendrá que afrontar multas millonarias ante la incapacidad de muchos para llegar a tiempo.

Ola Källenius, CEO de Mecedes-Benz, también es el nuevo presidente de la ACEA.
Ola Källenius, CEO de Mecedes-Benz, también es el nuevo presidente de la ACEA.
17/01/2025 13:00
Actualizado a 17/01/2025 13:00

Los fabricantes de coches europeos están muy preocupados por las consecuencias que tendrá lo que entienden que son unos objetivos de descarbonización del a industria del automóvil alejados de la realidad. Lo último que han hecho es enviar un escrito formal bajo la representación de la Asociación de Constructores Europeos del Automóvil (ACEA).

La carta la firma el recién nombrado presidente de la ACEA, Ola Källenius, quien también es el CEO de Mercedes-Benz, una de las firmas especialmente preocupadas por las estrictas limitaciones que empezará a aplicar la Unión Europa en términos de emisiones que pueden generar los vehículos comercializados por los fabricantes.

Las marcas necesitan unos plazos y objetivos más realistas

El escrito es obra de la Asociación de Constructores Europeos del Automóvil (ACEA).
El escrito es obra de la Asociación de Constructores Europeos del Automóvil (ACEA).

En el texto se recuerda a Bruselas que estamos ante "uno de los sectores más importantes y vanguardistas de Europa" y que la estrategia debe pensar también en impulsar el mercado, y no en unas sanciones que harían justamente lo contrario.

También se hace hincapié en los costes "desproporcionados" que implica para las marcas ponerse al día en cuanto a las restricciones de emisiones que se contemplan de cara a los próximos años.

Y recordemos que ya desde 2025, la normativa 'CAFE' obligará a que las emisiones de CO2 bajen a 93,6 gramos por kilómetro recorrido por cada uno de los coches que vendan las firmas, con multas de 95 euros por gramo que se sobrepase.

Eso, según los fabricantes, se traducirá en multas millonarias que sumirán a la industria del automóvil europea en una profunda crisis, pues las marcas de coches tradicionales son las que lo tienen más complicado para cumplir con lo que se pide desde Bruselas en unos plazos muy ambiciosos.

LA ACEA asegura que la electromovilidad no avanza al ritmo necesario en Europa

Lo que se pide es una revisión para hacer la normativa más realista.
Lo que se pide es una revisión para hacer la normativa más realista.

La ACEA pide, por tanto, la "revisión" y un "reajuste menos rígido" del Pacto Verde Europeo, sin que se comprometa el hecho de que se pueda lograr la neutralidad de carbono en el sector del automóvil en 2050.

Todo esto, para que la industria pueda ser rentable y competitiva, sin que haya objetivos no realistas que la frenen, como se entiende que ocurre y ocurrirá con el planteamiento que hay ahora.

Los fabricantes de coches también han querido recalcar que ya tienen en sus gamas "atractivos vehículos eléctricos" pero que es la propia electromovilidad en Europa la que "no avanza al ritmo necesario".