Los fabricantes de este importante país de Europa advierten de la amenaza real de los aranceles de Donald Trump y piden una solución urgente

Las marcas de coches están preocupadas por la posible crisis a la que se arriesga la industria del automóvil europea si no se reacciona con ayudas a la compra de vehículos eléctricos y la modificación de los estrictos límites de emisiones previstos.

Hay miles de puestos de trabajos en riesgo por la situación del sector.
Hay miles de puestos de trabajos en riesgo por la situación del sector.
22/01/2025 13:00
Actualizado a 22/01/2025 13:00

Ahora que Donald Trump ha asumido el cargo como presidente de los Estados Unidos, los fabricantes de coches europeos temen ya que cumpla con la amenaza de poner unos nuevos aranceles a cualquier vehículo fabricado en el extranjero que quiera venderse en territorio norteamericano.

Y esta realidad preocupa especialmente a los constructores alemanes, que tienen importantes intereses comerciales al otro lado del charco, y están viendo de cerca una grave crisis en la industria si los dirigentes políticos del país (y de Europa en general) no reaccionan a tiempo.

Europa se enfrenta a retos todavía mayores

La industria alemana puede salir especialmente perjudicada por las políticas de Trump.
La industria alemana puede salir especialmente perjudicada por las políticas de Trump.

De no hacerlo, se pondrían en riesgo unos 190.000 puestos de trabajo, un escenario precipitado, además, por la transformación del sector que exige la Unión Europea en unos plazos que la mayoría de marcas tradicionales han asegurado en varias ocasiones que son demasiado ambiciosos y estrictos.

Es decir, que no creen que puedan llegar a tiempo para cumplir con los objetivos de Bruselas, y eso será un verdadero problema traducido en forma de multas millonarias por exceder los límites de CO2 que se piden.

La presidenta de la Asociación Alemana de la Industria Automovilística (VDA), Hildegard Müller, ha declarado que "2025 debe ser un año de nuevos comienzos para convertirse en el año del cambio" y que no basta con "pequeños pasos", sino que hay que dar "un gran salto".

El grupo de presión del sector clama al nuevo Gobierno que se forme tras las elecciones del 23 de febrero en Alemania que piense en reducir los impuestos y la burocracia, como medida urgente ante lo que se avecina.

Los objetivos son demasiado ambiciosos, según los fabricantes europeos

El canciller alemán Olaf Scholz pide soluciones.
El canciller alemán Olaf Scholz pide soluciones.

La VDA también recuerda que las ventas de coches eléctricos tendrían que aumentar un 75% respecto a 2024 para poder cumplir con los objetivos de Bruselas, lo que quiere decir tendrían que matricularse 666.000 unidades más, en cuanto a 100% eléctricos, mientras que los coches híbridos enchufables (PHEV) tendrían que hacer lo propio en un 53%.

De ahí que actores de la política alemana, como el canciller alemán Olaf Scholz, pidan subvenciones a los coches eléctricos fabricados en Alemania, aunque reconoce que "lo mejor sería una solución a escala europea".

Esa es la única manera, según Scholz, para que "los fabricantes de automóviles puedan ofrecen una gama cada vez mayor de vehículos más desarrollados y baratos".