El modelo energético se transformará en los próximos años hacia un modelo más sostenible y respetuoso con el medio ambiente y con los consumidores. Será la transformación más importante desde que, hace 15 años, Internet revolucionó las telecomunicaciones.
En 2015, 190 líderes políticos se comprometieron a luchar contra el cambio climático y a evitar que la temperatura del planeta suba más de un grado y medio para finales del presente siglo. En 2016, dando un paso más allá, la Comisión Europea (CE) presentó 3.000 páginas en las que exponía la estrategia para llevar a cabo esta transformación del modelo energético, con directivas, normas y regulaciones para asegurar una energía más limpia y sostenible. En 2017, la misma CE reconocía el papel de la movilidad eléctrica como parte clave en esta transición, ya que la movilidad consume el 40% de la energía.
Un cambio de modelo
Según Assumpta Farran, directora del Instituto Catalán de Energía (ICAEN), entrevistada en el Journal Général de l'Europe (Diario General de la Unión Europea), la CE ha indicado el camino para el cambio, que se dividirá en tres partes: conseguir la eficiencia energética, consolidar el crecimiento de las energías renovables y dar un trato justo a los consumidores. Farran incide en este último punto como el más importante. "El ciudadano debe estar en el centro del modelo energético y tenemos que estar totalmente comprometidos con esto porque la transición hacia un modelo más limpio, equitativo y distribuido democráticamente dependerá de ello".
Democratitzar l'energia i engrescar als ciutadans a formar part de la #transicióEnergètica. Ho expliquem a la revista europea de la Unió. https://t.co/FXbATpl9Ql
— Assumpta Farran???? (@Assumpfarran) 1 de mayo de 2018
Farran reconoce que el mercado energético actual se caracteriza por su poca competitividad entre los proveedores y por su demanda inflexible, sobre todo por culpa de la dependencia externa de materias como los combustibles y el uranio, haciendo "que la pobreza energética sea una realidad a la que hay que plantar cara urgentemente".
Es por eso que en un nuevo modelo, los gobiernos deben garantizar el acceso a la energía a todos sus habitantes, ya que es un bien básico. "Siendo realistas, con una dependencia energética externa de más del 82%, como en el caso de Cataluña, este acceso garantizado está lejos de ser una realidad", asegura Assumpta Farran.
La importancia de las renovables
¿Cómo se consigue esta democratización de la energía y una independencia energética mayor? Según Farran, se deben promocionar las energías renovables domésticas, además de poner una fecha de caducidad a aspectos como la menor imposición sobre el diésel, a pesar de ser el combustible más contaminante.
Ser justos con el consumidor también será permitir la instalación de placas solares, por ejemplo, en sus casas, algo que en muchos países es normal, pero que es España acarrea problemas. "La tecnología que posibilita la obtención de energía mediante placas fotovoltaicas se ha abaratado en un 80% en los últimos 5 años, en países donde no hay barreras absurdas al autoconsumo, y hay países que incluso las venden en centros comerciales", recuerda Farran. Además, los sistemas de almacenamiento de energía, donde guardar toda la sobreproducción de estas placas, también se está abaratando pudiendo generar reservas de energía en una misma casa. "De eso trata la transición energética, de introducir competencia en el mercado a través de pequeñas empresas que contribuyan a la generación y al no consumo de energía por parte de los ciudadanos y ayuden a generar competición real en el sistema".
El papel de los coches eléctricos
Para Assumpta Farran, los eléctricos jugarán un papel muy importante en esta transición, ya que el aumento de sus ventas acarreará un incremento de la capacidad de las baterías y una reducción de sus precios. Estas baterías serán las mismas que utilizarán los consumidores para almacenar la energía que produzcan en sus casas o produzcan las empresas pequeñas, incrementando la competitividad.
Los vehículos eléctricos proporcionarán flexibilidad al sistema eléctrico, una flexibilidad que será cada vez más necesaria mientras las renovables van ganando peso, garantizando estabilidad cuando no haga sol ni viento. Los vehículos eléctricos generarán una gestión flexible de la demanda, agregando capacidad cuando sea necesario. Según la directora del ICAEN, "el autoconsumo impulsado por energía solar y el vehículo eléctrico, constituyen un híbrido perfecto de eficiencia energética y energía renovable".
Los pasos a seguir
Desde el ICAEN se están construyendo los cimientos del Pacto Nacional para la Transición Energética en Cataluña, en el que se definen los ejes que moldearán la transición energética y cuyo gran objetivo es generar el 50% de la energía mediante renovables para 2030.
Farran admite en la entrevista que la cultura aún se basa en un modelo centralizado liderado por combustibles fósiles contaminantes. Sin embargo, y por esta razón, desde el ICAEN trabajarán duro en este aspecto, realizando acciones de concienciación y sensibilización, demostrando las ventajas de la movilidad eléctrica y el autoconsumo. Además, se ha creado una mesa estratégica, dotada de una inversión de 5,6 millones de euros, para avanzar hacia la movilidad eléctrica. "Garantizando la recarga de vehículos aceleraremos la decisión de los ciudadanos de cambiarse a la movilidad eléctrica", asegura. De hecho, Catalunya invertirá 860.000 euros en 22 nuevas estaciones de carga rápida para coches eléctricos con el objetivo de que, en 2020, se garantice la garga rápida en emplazamientos separados por un máximo de 40 kilómetros.
También es importante, según la directora de la institución, que los gobiernos dejen de imponer barreras "absurdas" y apueste por incentivar el autoconsumo en casas, barrios y comunidades y edificios enteros, donde una combinación de creación, almacenamiento y autoconsumo democratizará la energía.
Un recado para los medios
"En lo que respecta a la transformación del modelo energético, no veo a la prensa hablando del gran volumen de energía intermitente que va a entrar en el sistema", asegura Farran. Es importante que los medios hablen del tema, muestren a los ciudadanos lo que está por llegar y sean un jugador importante en el cambio de mentalidad que permita la revolución energética.
En países como en Estados Unidos y Alemania, las instalaciones solares y las baterías son algo común, mientras que en países como Noruega y Holanda los eléctricos ya copan el 10% de la cuota del mercado de turismos. "La regulación y la fiscalidad en España están a favor de un modelo que se está volviendo cada vez más obsoleto. La falta de competitividad y la alta dependencia externa deben ceder, a través de una transición justa, a un modelo nuevo, más renovable, limpio, eficiente, saludable y democrático", sentencia la directora del ICAEN.