Hace escasos meses pudimos ver como desde Fisker oficializaban el lanzamiento de nuevos modelos completamente eléctricos para los próximos años. Ahora, con ese prometedor futuro como meta, desde la marca de coches eléctricos han anunciado un acuerdo con el mayor fabricante de baterías del mundo, CATL, por el que esta última suministrará un volumen de baterías anual de más de 5 GWh durante al menos tres años.
Este acuerdo se lleva a cabo en un importante punto de desarrollo de su próximo modelo que verá la luz, el Fisker Ocean, el cual está programado para el año 2023, justamente cuando dará comienzo este importante suministro de dispositivos de batería. Esto significaría que en los tres años de acuerdo alcanzado, el aporte total sería de más de 15 GWh, que daría como resultado un abastecimiento suficiente para fabricar entre 150.000 y 200.000 vehículos eléctricos. Para CATL no supone un gran suministro si miramos los acuerdos a los que llegan con otras marcas, pero para Fisker supondrá todo un desafío para poder dar salida a tantos vehículos, tanto por la parte de fabricación como por la propia posibilidad de comercialización.
Estos 5 GWh de suministro anual estarán divididos en dos tipos de baterías, una primera de alta capacidad con una química de celdas de níquel, manganeso y cobalto (NMC) para los modelos con versiones o capacidades de una mayor autonomía; y como segunda opción encontramos las de litio-ferrofosfato (LFP), que se incorporarán a las variantes más asequibles y urbanas del futuro catálogo de Fisker. En una primera entrega, estas dos opciones irán unidas al futuro SUV Fisker Ocean, el cual ofrecerá varias opciones de autonomía.
Hace apenas unos meses, la directiva de Fisker renunció a la llegada de baterías de estado sólido para sus próximos modelos, ahora queda claro que estas declaraciones se han confirmado y han optado por un suministrador tan relevante como CATL para que proporcione el pertinente almacenaje energético. Según anuncia la firma, ambas marcas ya habrían estado trabajando de forma conjunta desde el pasado año 2020 en la búsqueda de una optimización y conjunción mayor de estos dispositivos para con los futuros modelos de Fisker, de cara a optimizar la propia estructura del vehículo, la resistencia a accidentes y la propia densidad de energía de estas. Por ello, desde CATL no sólo suministrarán las celdas de batería, sino que harán lo propio con el paquete de batería completo.
La producción del Ocean dará comienzo a finales del año 2022.
Estas baterías permitirán una recarga con picos de potencia de hasta 250 kW, según ha anunciado la directiva de la propia firma de vehículos. Esto significa un incremento de potencia de 100 kW adicionales con respecto a lo que se aseguró en el año 2020. La recarga del Ocean se podrá realizar vía cable o a través de los paneles solares opcionales que incorporará en el propio techo del vehículo.
Este acuerdo con CATL supone para Fisker un importante suministro asegurado de baterías para su próximo SUV, mientras que para la firma de baterías supone una expansión en la presencia propia en un mayor número de marcas automotrices con modelos 100% eléctricos. Fisker posee a día de hoy unos importantes planes de expansión a nivel mundial que, de llegar a hacerse realidad, es más que probable que una vez finalice el contrato firmado hasta el año 2025, se extienda más allá en una renovación por lo que para CATL supondrá un relevante nuevo actor en el acoplamiento de sus dispositivos.
Según los propios directivos de Fisker, conoceremos de forma oficial el Ocean en su versión de lanzamiento durante el inminente Salón del Automóvil de Los Ángeles, el próximo día 17 de noviembre donde, además del aspecto y diseño exterior, también se darán a conocer importantes especificaciones del propio modelo, así como todos los detalles con los que contará. Su producción se espera que dé la luz verde un año más tarde. A día de hoy, el Fisker Ocean cuenta con unas reservas totales de 17.300 unidades.