La competición es uno de los mejores campos de pruebas para los fabricantes de coches desde hace años, y la Fórmula E nació como una disciplina que puede considerarse como la Fórmula 1 de coches eléctricos. Ahora van a estrenar una tecnología de recarga de la batería muy rápida, que supone una importante evolución de cara a implementarlo a los vehículos de producción en serie.
Y es que el fin de semana del 14 y 15 de febrero de esta temporada 2025, durante el E-Prix de Yeda (Arabia Saudí), la Fórmula E contará con los denominados Pit Boost, que básicamente son paradas en boxes durante la carrera para 'repostar' energía, es decir, recargar el paquete de baterías.
Más emoción y estrategia
En este caso hablamos de cargas puntuales, que permitirán completar el 10% de las celdas de la batería, concretamente 3,85 kWh, en 30 segundos. Todo esto será posible gracias a una potencia de recarga de 600 kW.
En total, la parada requerirá unos 34 segundos desde que el monoplaza eléctrico empieza a entrar en el pitlane y vuelve a salir al circuito. Lo que permitirá aumentar la emoción al tener que obligar a pensar en una estrategia para ganar la carrera, pues las paradas en boxes así lo han hecho históricamente en la categoría reina del automovilismo.
Este Pit Boost será obligatorio para cada coche participante en una de las dos carreras de los E-Prix que se celebran tanto el sábado como el domingo, que son el citado de Yeda que estrenará este sistema de 'repostaje' eléctrico, el de Mónaco, el de Tokio, el de Shanghai, el de Berlín y el de Londres.
Queda por ver cómo afrontan los equipos la incorporación de esta revolucionaria implementación tecnológica, una de las más interesantes desde que arrancara la competición en el año 2014.
A lo largo de su historia, hemos visto otras mejoras en la disciplina, como la del monoplaza de 2018, que ya permitía afrontar la carrera al completo sin necesidad de que el piloto se cambiase de coche a mitad de la misma, cosa que era necesaria durante las cuatro temporadas anteriores, a falta de capacidad de la batería.
De las carreras a la producción en serie
El hecho de que estemos hablando de cargas del paquete tan rápidas, da una idea de cómo podría suponer un interesante avance en los vehículos de calle. Primero porque se trata de una carga de 600 kW de potencia, cuando la tónica general de las tomas de carga rápidas que encontramos en la vía pública son de en torno a 150 kW, y sólo unas pocas permiten hacer lo propio a 250, 300 y hasta los 350 kW, estas últimas de la mano de Tesla.
Imagina parar durante un largo trayecto y tener un extra de batería en apenas unos segundos, lo que acercaría todavía más a los coches eléctricos a lo que muchos conductores encuentran como ventaja en los de combustión.
También, claro está, la tecnología incorporada en la Fórmula E es un buen laboratorio para ver cómo afectan este tipo de cargas tan potentes y rápidas a la batería, es decir, la vida útil que tienen con un uso tan exigente como este.