A finales del mes de diciembre del año pasado, el Gobierno de España anunciaba la extensión del Plan MOVES III , que promueve la compra de coches eléctricos e infraestructura de recarga, hasta el 30 de junio de 2024. Esta medida, comunicada por el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, también incluía la ampliación de la deducción fiscal del 15% en la adquisición de vehículos eléctricos, con un límite de 3.000 euros, hasta el 31 de diciembre de 2025.
Sin embargo, la necesaria transición hacia una movilidad sostenible en España acaba de recibir un jarro de agua fría. El Gobierno no ha conseguido aprobar el esperado 'decreto ómnibus' que buscaba extender las ayudas del Plan Moves III hasta el 30 de junio de 2025. Esta noticia deja en el aire miles de solicitudes y pone en jaque las expectativas de quienes veían en estas subvenciones una oportunidad de oro para pasarse al coche eléctrico o híbrido.
El Plan Moves III se tambalea y miles de conductores se quedan en el limbo
Diseñado para fomentar la compra de vehículos eléctricos y de pila de combustible, el Plan Moves III incluye ayudas que alcanzan hasta los 7.000 euros si se procede al achatarramiento de un vehículo de combustión o 4.500 euros si no se entregaba un coche antiguo a cambio. La ayuda se sitúa entre 7.000 y 9.000 euros en caso de achatarrar un vehículo comercial de hasta 3.500 kilos.
Pero ahora, con el rechazo de este decreto, las ayudas se desvanecen de la noche a la mañana. Para aquellos que estaban pensando en dar el salto a la movilidad eléctrica, esta nueva coyuntura supone un jarro de agua fría.
Y no sólo eso: también decae la deducción del 15% en el IRPF por la compra de un coche eléctrico, una medida que se había implantado en junio y que estaba prevista hasta finales de 2025.
Tampoco los puntos de recarga
Esta situación se repite en el terreno de la infraestructura de recarga, un aspecto crítico para el despegue del vehículo eléctrico. El decreto también contemplaba generosas subvenciones para la instalación de puntos de carga, que ahora también quedan en el aire:
- Particulares en localidades pequeñas (menos de 5.000 habitantes): Hasta un 80% de ayuda para instalar puntos de carga.
- Particulares en localidades mayores: Subvenciones de hasta el 70% del coste.
Las empresas y administraciones públicas también estaban en la lista de beneficiarios, con ayudas que iban del 35% al 60% para puntos de recarga de hasta 50 kW, dependiendo del tamaño de la localidad. En el caso de puntos de recarga superiores a 50 kW, las subvenciones oscilaban entre el 30% y el 40%. Todo esto se esfuma con el rechazo del decreto.
¿Un retroceso en la transición al vehículo eléctrico?
La falta de consenso para aprobar el decreto no solo supone un frenazo en seco para los planes de muchos compradores, sino también para el desarrollo de una infraestructura que todavía está en ciernes. España se encuentra rezagada respecto a otros países europeos en la implantación de puntos de recarga y en la penetración del vehículo eléctrico, y esta situación no hace más que aumentar la distancia.
El Plan Moves III había sido un soplo de aire fresco para las pequeñas localidades, donde la instalación de puntos de recarga podía haber impulsado el turismo sostenible y mejorado la calidad de vida de los residentes. Ahora, muchas de estas comunidades podrían quedarse fuera de la revolución verde.
¿Comprar o esperar?
Quien estuviera pensando en la compra de un coche eléctrico beneficiándose de estas ayudas, tendrá que estar atento a posibles nuevas medidas que puedan surgir en los próximos meses. La situación actual debe servir como un recordatorio de la importancia de la estabilidad legislativa para fomentar la transición ecológica. Mientras otros países avanzan a pasos agigantados, España no puede permitirse seguir perdiendo terreno.