Honda no renuncia a seguir desarrollando una tecnología en la que ha sido pionera. En 2002 lanzó el FCX, el primer coche eléctrico que se alimentaba de una pila de combustible de hidrógeno, todavía como un vehículo experimental para comprobar la viabilidad de su sistema. En 2008, su sucesor, el FCX Clarity, se comenzó a producir en masa, aunque con unos volúmenes muy bajos y una comercialización basada en el alquiler. La segunda generación fue lanzada en 2016, aunque se detuvo su producción en 2021 debido a su escasa demanda y a su inviabilidad económica.
El principio básico de funcionamiento de la pila de combustible del FCX Clarity convierte el hidrógeno en electricidad para mover el vehículo, siendo agua su único residuo. De hecho, este fue el primer vehículo certificado por la EPA (Administración de Protección Ambiental de EE.UU.) como un vehículo cero emisiones. Aunque el FCX Clarity ya no está en producción, Honda sigue liderando el desarrollo de tecnologías de vehículos eléctricos de hidrógeno.
Una nueva generación lista para 2024
Honda sigue apostando por la pila de combustible presentando una nueva estrategia para la que mantienen su asociación con General Motors, con quien lleva trabajando desde 2013. Los dos fabricantes están desarrollando actualmente una nueva generación que estará lista en 2024. Comparada con la del Clarity, tendrá un coste de producción tres veces inferior.
"Esta reducción se ha conseguido a partir de diversas medidas, incluidas la adopción de innovadores materiales de electrodos, una avanzada estructura de sellado de la pila, la simplificación del equipo de apoyo y la mejora de la productividad. Además, la durabilidad del sistema se ha duplicado mediante la aplicación de materiales resistentes a la corrosión y la supresión controlada del deterioro", explican desde Honda. El nuevo sistema también ha logrado mejorar de "forma significativa" la resistencia a las bajas temperaturas.
Honda montará esta nueva celda de combustible en la nueva generación del CR-V, es decir, bajo la carrocería de un vehículo ya existente. El motivo es que incluirá la posibilidad de enchufarlo a la red lo que, a juicio de la empresa, es un extra que añade comodidad a sus usuarios para poder recargarlos en casa.
Se trata de un cambio de estrategia respecto a lo que había hecho hasta ahora desarrollando modelos específicos para albergar los componentes. No por ello se anuncian objetivos de comercialización muy elevados, porque se mantienen en números muy modestos: Honda planea ensamblar solo 2.000 CR-V FCEV por año, que se ofrecerán únicamente en los mercados japonés y estadounidense.
Hidrógeno a precio de diésel
Si bien la cifra de producción no supone más que un pequeño paso para Honda y GM, la reducción de costes y los avances tecnológicos sí pueden considerarse un gran paso para la democratización del hidrógeno. El fabricante japonés ha anunciado que está comenzando a trabajar en otra generación de pilas de combustible, todavía más avanzada, que estará lista para finales de la década. Esta vez, el objetivo sí que es mucho más ambicioso: reducir a la mitad los costes de la celda que lanzará en 2024 para acercarlos a los de un motor diésel.
En 2030, la producción de vehículos de hidrógeno se multiplicará para llegar hasta las 60.000 unidades al año y hasta los “cientos de miles” para 2035. El fabricante pretende ofrecer su pila de combustible para implementarla en todo tipo de aplicaciones, además de los vehículos particulares, como vehículos pesados, maquinaria de construcción y pequeñas plantas de producción de electricidad.
En este sentido, un prototipo de camión de carga pesada equipado con un sistema de pilas de combustible que ha desarrollado en colaboración con Isuzu Motors iniciará sus primeras pruebas antes de que finalice el primer trimestre de 2024. En relación con la maquinaria de construcción, Honda aplicará su sistema, en primer lugar, a excavadoras y palas mecánicas. "Ante la dificultad que supondrá repostar en estaciones de hidrógeno convencionales, Honda colaborará con asociaciones del sector de la construcción y otros actores implicados para responder a este desafío", añade.
Además de esos usos, la compañía también ha señalado que está llevando a cabo un "programa avanzado de investigación" para la utilización del hidrógeno en la ingeniería aeroespacial.
¿Hidrógeno verde?
Honda es consciente de que la huella de carbono del hidrógeno es uno de los hándicaps que impide que esta tecnología sea más apreciada por la sociedad. La producción de este combustible requiere mucha electricidad y, si se hace emitiendo mucho CO2, no tiene interés medioambiental.
Por eso, Honda también anuncia que trabajará en la producción de hidrógeno de manera sostenible y sin emisiones de gases de efecto invernadero. El hidrógeno verde se genera a partir de fuentes de energía renovable, solar o eólica, utilizando la electrólisis del agua. El resultado es una fuente de energía limpia y renovable que puede ser utilizada para alimentar vehículos eléctricos de pila de combustible y para otros usos industriales y comerciales. El hidrógeno verde es visto como una parte clave de la transición a un futuro más sostenible y sin emisiones de carbono.