La incertidumbre por los aranceles hace que los fabricantes de China sigan creciendo, mientras Europa y Norteamérica se pelean entre ellos por miedo a perderlo todo

La política arancelaria de Estados Unidos y la Unión Europea ha hecho que muchos de los fabricantes de estos territorios se estanquen, mientras que las marcas chinas siguen apretando con fuerza para hacerse con el control total del sector.

China aprieta con fuerza mientras otros se estancan.
China aprieta con fuerza mientras otros se estancan.
07/04/2025 12:28
Actualizado a 07/04/2025 12:28

Resulta curioso cómo están actuando los distintos territorios del mundo ante la auténtica revolución que está viviendo la industria del automóvil. Una parte, en la que destacan Estados Unidos y Europa, empezó una guerra comercial contra China tras acusar al país asiático de competencia desleal en el sector, pero de momento siguen ganando los fabricantes chinos.

Todo a pesar de los nuevos aranceles que Bruselas aplica a las firmas que fabrican en suelo chino desde hace un año, mientras que Norteamérica ya les subió las tasas de importación con Joe Biden en el poder, y el nuevo presidente Donald Trump las ha vuelto a aumentar.

China no se debilita, peso a los intentos de EEUU y la UE

Nada parece frenar a los fabricantes chinos.
Nada parece frenar a los fabricantes chinos.

Lo que ocurre es que las marcas del país asiático, con BYD liderando en cuanto a crecimiento y cerca de desbancar a Tesla en todos los sentidos, están aprovechando el tirón que tienen para arrasar con todo.

Mientras tanto, la inversiones en la Unión Europea y Estados Unidos están paralizándose en muchos casos por el miedo que hay de que la política arancelaria sea también negativa para el propio mercado local.

Lo estamos viendo notablemente ahora que Trump ya ha puesto en marcha desde hace apenas unos días los nuevos aranceles, que lejos de ir enfocados exclusivamente a China, en realidad lo hacen para cualquier territorio extranjero, y eso incluye a los países miembros de la Unión Europa.

Y las consecuencias no se han hecho esperar, una de ellas el hecho de que miles de millones de dólares que iban a dedicarse a proyectos relacionados con vehículos eléctricos ahora están paralizados. Porque ya sabemos que Donald Trump no es precisamente partidario de la tecnología cero emisiones, a pesar del apoyo del CEO de Tesla. De hecho, Musk ya reconoce que Europa y Estados Unidos deberían acercarse más y contar con un libre comercio, así como facilitar la libertad de movimiento tanto en temas laborales como de ocio.

Se invierte menos en proyectos dedicados a coches eléctricos en Norteamérica

China está abriendo fábricas en los distintos territorios para esquivar los aranceles.
China está abriendo fábricas en los distintos territorios para esquivar los aranceles.

Pero lo cierto es que la inversión en energías limpias ha caído un 30% en Norteamérica respecto al año pasado. Entre los proyectos paralizados se encuentran la fábrica de Aspen Aerogels especializada en extintores de incendios de baterías de coches eléctricos, la empresa de baterías Kore Power, así como cualquier otro proyecto dedicado a instalaciones de recarga de vehículos eléctricos, pues Trump ha puesto fin a las subvenciones que había disponibles.

Mientras Norteamérica y la Unión Europea se pelean entre ellos, las marcas chinas avanzan sin ningún temor, y con el éxito como único objetivo. Algunos expertos aseguran que los aranceles no son la solución, y de hecho hay fabricantes que están en contra. Conocida es ya la demanda a los tribunales europeos de los principales fabricantes chinos a Bruselas por los aranceles, una maniobra legal apoyada por Tesla, BMW y Mercedes-Benz.

Habrá que esperar a ver los próximos movimientos que ocurren a nivel mundial, así como el alcance real y las consecuencias de las distintas tasas de importación.