El dominio que está teniendo China en la industria del automóvil ha tenido como clave su delantera en el desarrollo de vehículos eléctricos e híbridos, así como de los paquetes de baterías que utilizan dichos automóviles. Con este escenario, resulta curioso además que ciertos sectores que habitualmente eran críticos con las marcas de coches, ahora las estén protegiendo.
Lo podemos ver claramente en el ejemplo de la Gala de los Derechos de los Consumidores que se emite cada año en China, de la mano de la cadena de televisión estatal. Un popular programa que expone a las empresas que han violado los derechos de los clientes a lo largo de la temporada.
Nadie quiere pisar en terreno pantanoso

Claro está, aparecer en este programa es sinónimo de perder buena parte del prestigio delante del público chino, lo que en ocasiones ha llevado a firmas de distintos sectores, entre estas algunas marcas de coches, a perder muchas ventas.
Pero el pasado 15 de marzo no hubo ni rastro de los fabricantes de automóviles chinos en las imágenes que se emitieron, y no es precisamente porque no hayan estado implicadas en algún problema de este tipo, porque eso es algo de lo que ningún sector se libra.
Lo que ocurre es que el Gobierno de China ha dedicado una inversión millonaria para que las marcas del país tomen la delantera en la industria del automóvil, por lo que seguramente han blindado a las mismas y prohibido cualquier tipo de crítica al respecto.
De hecho, que las subvenciones dadas por el estado a los fabricantes chinos fueran consideradas excesivas, es lo que ha hecho a la Unión Europea imponer unos aranceles extra de distinta cantidad según la marca en cuestión, en un intento de proteger a las firmas locales de lo que consideran una competencia desleal por los bajos precios que ofrecen.
Europa y EEUU llevan unos meses 'en guardia'

Y Estados Unidos ya le declaró la guerra a los coches chinos con Joe Bide, y el nuevo presidente Donald Trump ha elevado estos aranceles de importación al país asiático todavía más.
Los responsables de las marcas chinas se habrán quedado tranquilos al no aparecer en el crítico programa del país pero, pese a esto, sus coches no han estado realmente exentos de críticas por parte de los clientes.
Hay informes que demuestran que la política de precios bajos se ve reflejada en ocasiones en una calidad que no está al nivel de lo que dicta la publicidad que hacen los fabricantes. Y la realidad es que el pasado mes se registraron 24.727 quejas en total entre ventas de vehículos y servicios de posventa.