A estas alturas, casi, se puede certificar que el coche eléctrico se convertirá en el principal medio de transporte personal en los próximos años, aunque aún queda la incógnita de en torno a cuándo se materializará este potencial hecho. Con cada fabricante y gobierno poniendo fechas cada vez más tempranas a la caducidad de coches diésel y gasolina, este suceso se va a acercando en el tiempo, y el último informe del que tenemos noticias augura una transición más rápida de lo que hasta ahora creíamos.
No obstante el informe del que hoy nos hacemos eco proviene de una agencia completamente ajena a la transición a la que se enfrenta el mercado, pues al contrario de lo que ocurría con el análisis de Transport & Enviroment sobre los coches de adquisición de coches eléctricos, ésta es una ONG que apuesta abiertamente por los coches eléctricos, EY (la autora del presente estudio) es una compañía multidisciplinar que desempeña sus labores en todo tipo de ámbitos, aunque siempre en pos de ayudar a las empresas a través de una mejor gestión de sus recursos, por lo que su conclusión los dan a conocer desde un punto de vista más neutro que el de T&E.
El mercado donde antes ha empezado a darse este cambio es en el europeo, con los coches eléctricos llegando a ocupar cuotas de mercado por momentos superiores al 20 % del total de ventas, aunque China sigue liderando en lo que a volumen se refiere, mientras que el americano se está mostrando más reticente en estos primeros momentos.
EY adelanta que para 2045 las ventas de coches eléctricos habrán eclipsado por completo las de coches de combustibles convencionales, que representarán, espera, menos del 1% de las ventas totales. Esta fecha, sin embargo, no parece demasiado optimista dada la expectación que se produce ante cada nuevo coche eléctrico presentado, pero la creencia es que estas ventas residuales se alcanzarán bastante antes de lo estimado por esta empresa.
Lo más llamativo que arroja EY es que Europa será la primera en alcanzar esta nueva normalidad dentro del sector de la automoción, pues fecha para 2028 cuando se espera que las ventas de coches eléctricos superen porcentualmente las de otros sistemas de propulsión. El mercado americano no haría lo propia hasta 2036.
A medida que los coches eléctricos aumentan su presencia en las calles, administraciones y grandes empresas deben acompañar la demanda con la infraestructura requerida.
No obstante no son ni Europa ni el continente americano los que tirarán del carro de la electrificación, pues es con China entrando en la transición cuando se acelerará el proceso, ya que mientras que se espera que Europa ocupe el primer lugar hasta 2031, China tomará la delantera desde 2032 a 2050, con 2033 como año clave en el marco global, pues es para cuando EY espera que a nivel mundial las ventas de coches eléctricos superen a las de gasolina, diésel e híbridos.
El informe se hace eco de palabras de Randall Miller, líder global de industrialización avanzada y movilidad de EY, quien apunta a que este adelanto en la popularización de los coches eléctricos tiene que ir acompañado proactivamente de un respaldo por parte de grandes empresas energéticas y administraciones.
Dice Miller: "Una combinación de cambios en las actitudes de los consumidores, regulaciones ambiciosas centradas en el clima y evolución de la tecnología, está a punto de cambiar el panorama de la compra de vehículos para siempre.
Si bien la industria de la automoción ha comenzado a adoptar plenamente el movimiento hacia la electrificación, el impacto de este cambio sísmico está llegando antes de lo que muchos esperaban. Esta nueva perspectiva también tiene implicaciones para los gobiernos y las industrias energéticas en términos de infraestructura, generación y almacenamiento de electricidad, y las organizaciones con visión de futuro ya están utilizando estos datos para ayudar a garantizar una transición sin problemas a este nuevo mercado dominado por vehículos eléctricos, que estará aquí mucho más pronto de lo esperado."