En el catálogo de Audi no hay, por el momento, ningún modelo completamente eléctrico. Lo hubo en su momento con el Audi R8 e-tron, del que se vendieron unas pocas unidades, pero ahora mismo no existen modelos con mecánica eléctrica. No será por mucho tiempo, pues el Audi e-tron en formato SUV está muy próximo a su lanzamiento y además, cuenta con una estrategia muy potente para esta tecnología.
Pero mientras la marca de los cuatro aros completa poco a poco sus planes, hay quien se ha adelantado y ha creado su particular visión de un Audi eléctrico, aunque con algunas particularidades. Como por ejemplo, que bajo el capó delantero se esconde el propulsor del rival a batir en estos ámbitos: Tesla. Concretamente, es el motor de un Tesla Model S que había sufrido un accidente. Unidad que también ha cedido muchos componentes para que Sam, el propietario de tan peculiar Audi, creara su proyecto.
La base elegida es un Audi S5 de la generación 'B8', equipado originalmente con un motor V8 de 4.2 litros y 354 CV que ya había tenido una vida muy ajetreada y acumulaba muchos kilómetros. Sam, que tiene como objetivo crear una empresa de conversiones de coches a eléctricos, se declara fanático de Audi y de su tracción total quattro y vio una oportunidad perfecta para crear su primer eléctrico.
El bloque de combustión desaparece del vano motor para dejar su lugar al motor del Tesla y además, al inversor. Ambos módulos han tenido que ser separados para poder instalarse en el hueco del V8, los cuales se acompañan de una transmisión cuya relación es de 10,5:1, frente a la usada por el Tesla que es de 9,73:1. Esto permite una mayor aceleración, pero afecta negativamente a la velocidad punta. Una transmisión que al parecer, es un trabajo artesanal del creador del proyecto que buscaba mantener la tracción total del Audi y para ello, había que usar la caja de cambios original.
Las baterías de 85 kWh, un paquete con 16 módulos, se ha instalado en la parte trasera. Para ello se anulan los asientos traseros y parte del maletero, para poder colocarlas lo más cerca posible del centro del coche y que su peso no influya negativamente en la dinámica del vehículo.
Su propietario comenta que el proyecto todavía no está acabado y espera realizar modificaciones según tenga tiempo y, sobre todo, dinero. Pero ha sometido al curioso 'frankenstein' a un ensayo en banco de potencia donde ha sido capaz de rendir 359 CV. Apenas cinco caballos adicionales frente al motor de combustión y casi 30 menos que un Tesla Model S con baterías de 85 kWh, que anuncia 380 CV. También comenta que no ha probado la autonomía total, pero espera poder llegar a las 250 millas, unos 400 kilómetros.