El mundo cambia y lo hace muy deprisa. Vivimos en una era de frenesí tecnológico donde las tendencias de mercado se alteran rápidamente. Lo que hoy es factible puede que mañana no lo sea. Nada es seguro. Sin embargo, Europa ha fijado un plan medioambiental a largo plazo muy ambicioso. El Viejo Continente quiere convertirse en el primer espacio del mundo libre de contaminación procedente del tráfico. En 2035 quedará prohibida la venta de vehículos con motores de combustión, al menos así lo dicta la norma. Sin embargo, ya surgen los primeros países que abren el debate a una nueva ley, Italia el primero.
A mediados de 2022 el Parlamento Europeo ratificó la medida propuesta por la Comisión de Medio Ambiente de la Unión Europea. En dicha norma vigente se recoge la prohibición, salvo contadas excepciones, de vender coches de combustión a partir del 1 de enero de 2035. La esperanza era poder cambiar por completo un parque automovilístico de varios centenares de millones de vehículos. Si bien la norma fue aprobada por mayoría, empiezan a surgir las primeras opiniones contrarias. Italia es y siempre ha sido una de las voces más contrarias.
Italia quiere una revisión anticipada de la norma
Funcionarios italianos han declarado abiertamente que el plan de la Unión Europea debe revisarse antes de lo previsto. “Hay que cambiar la prohibición”, ha afirmado el Ministro de Energía, Gilberto Pichetto Fratin, durante el foro empresarial TEHA. El Ministro ha sido muy crítico, tachando la decisión de Europa de “absurda” y de estar dictada por una “visión ideológica”. No es ningún secreto que los planes no están saliendo como se habían pensado. Las ventas de coches eléctricos en Europa no terminan de despegar. Si bien hay países donde la electrificación es corriente, hay territorios muy rezagados, entre ellos España.
La norma se aplica de igual forma para todos. Da igual si un país tiene más del 90% de las ventas eléctricas, como el caso de Noruega, o si el dato se sitúa por debajo del 5%, como es España. Todos, a partir de 2035, deben acogerse a la misma prohibición. En honor a la verdad hay que reconocer que no es la primera vez que Italia se opone a la ley. Desde la llegada al Gobierno de la Primera Ministra Georgia Meloni, muchas han sido las voces que han criticado la ley. Entre ellas el Ministro de Industria, Adolfo Urso. Siempre se ha mostrado partícipe de adelantar la fecha de revisión de la normativa, prevista para 2026, “debería tener lugar a principios del próximo año”.
Es más que evidente que si se adelanta la fecha la ley de 2035 tendrá pocos datos que sustenten su viabilidad. Las ventas no sólo no crecen, en algunos casos se contraen, como es el caso del principal mercado de Europa, Alemania. Entre los fabricantes también cunde la desilusión. Mercedes ya ha advertido que no podrá cumplir con su agenda de volverse una marca 100% eléctrica para finales de la década. Con suerte, en 2030, conseguirá un 50% de las ventas eléctricas. Volvo ha sido la última en sumarse a ese carro. Los suecos esperaban vender exclusivamente coches eléctricos en 2030, pero la realidad es que no van a poder cumplir la promesa, aunque se quedarán cerca.