Más de 40 organizaciones no gubernamentales (ONG) han pedido a todos los ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea que ayuden a garantizar que las normas respecto a la creación de una industria europea de baterías se adopten y apliquen lo más rápidamente posible.
Las ONG, en una carta, advierten del peligro de que se produzcan retrasos en la entrada en vigor de las normas, pero también de que los gobiernos de la UE retrasen el proceso legislativo.
En la transición al carbono cero, las baterías desempeñarán un papel crucial en la descarbonización de los sectores del transporte y la energía. En Europa, están previstas o se han anunciado al menos 38 gigafactorías, con una capacidad total estimada de 462 gigavatios hora (GWh) solo en 2025, suficiente para dar energía a unos 8 millones de coches eléctricos de batería.
En vista de ello, la Comisión Europea propuso en diciembre de 2020 una nueva ley de baterías sostenibles, la primera de este tipo. La propuesta, entienden las ONG, es una oportunidad para introducir una normativa inteligente que pueda apuntalar el rápido desarrollo de una cadena de suministro de baterías líder en el mundo en Europa, estableciendo normas a prueba de futuro para garantizar que las baterías que se fabrican en Europa y las que entran en ella sean sostenibles.
Sin embargo, las ONG denuncian su preocupación por los posibles retrasos de la nueva normativa. La Presidencia del Consejo de la Unión Europea ha presentado recientemente un texto que propone un retraso de hasta 66 meses (cuatro años en comparación con la propuesta de la Comisión) para la introducción de normas destinadas a reducir la huella de carbono de las pilas.
Además, de un retraso de 36 (dos años en comparación con la Comisión) para la introducción de controles obligatorios en la cadena de suministro para detectar abusos contra el medio ambiente y los derechos humanos, y un retraso de dos años o más para los requisitos de rendimiento y durabilidad de las baterías.
"La industria europea de las baterías se está creando ahora, y no dentro de tres o cuatro años. Si los ministros de Medio Ambiente apoyan estos retrasos, están diciendo efectivamente que no quieren baterías limpias y éticas, y estarán perdiendo una oportunidad de oro para apoyar una nueva industria europea sostenible y estratégica", denuncia la responsable de vehículos limpios de Transport & Enviroment, Cecilia Mattea.
"Nuestros gobiernos conocen la revisión del Reglamento sobre baterías desde hace más de un año y, sin embargo, siguen intentando posponer cualquier mejora significativa. Esto supondría más años de abusos de los derechos humanos y de daños medioambientales relacionados con la extracción de recursos", incide el responsable de la política de residuos de European Enviromental Bureau (EEB), Piotr Barczak.