Fue fundada en 1994 como una marca desenfadada y juvenil de un enorme grupo automovilístico europeo pero, en 2019, el grupo chino Geely adquirió el 50% de la compañía y la orientó definitivamente hacia el coche eléctrico, llevándose su producción a China.
Hablamos, por supuesto, de Smart, que en 2023 lanzó su primer SUV eléctrico: el #1. Y en 2023, el segundo, el #3. Para 2025 debería llegar a Europa otro SUV aún más grande, el #5.
Los fabricantes en China no podrán mantener los precios actuales
Pero Dirk Adelmann, el CEO de Smart ha señalado, en unas declaraciones a Autonews que el #5 y el resto de modelos de la marca podría hacerlo con un importante incremento de precios a lo largo de 2025. Y, lo que es peor, que podría darse no sólo una, sino varias subidas de tarifas.
Adelmann, que fue ejecutivo en Daimler desde 2002 y trabajó en Smart desde 2003, fue nombrado CEO de la marca en 2019, cuando Geely tomó el control de la mitad del accionariado de la misma.
Adelmann espera que las negociaciones entre China y la UE lleguen a buen puerto y se rebajen los aranceles añadidos, ya que su marca recibió uno del 18,8% -a sumar al 10% ya vigente-: “como europeo y como alemán […] para mí levantar barreras no es una opción.”
Pero, si no se alcanza un nuevo acuerdo, Adelmann avisa de que “[desde Smart], decidimos absorber la carga adicional sin coste para el cliente hasta fin de año, pero claramente eso no podremos asumirlo para siempre”.
“Si no se llega a una solución negociada, podríamos tener que aumentar nuestros precios a partir de 2025. No hemos decidido aún si haremos varios ajustes de precios a lo largo del año o solo uno a partir de enero. Pero claro, también vigilaremos muy de cerca lo que hagan nuestros competidores”.
Y sin embargo, Smart no lanzará en Europa modelos híbridos enchufables -que, aunque se fabriquen en China, no deberán abonar el arancel añadido-: “No, no nos los estamos planteando para Europa”.
No se venden eléctricos porque hay incertidumbre en la industria
Smart fue relanzada como marca eléctrica en 2019, pero preguntado acerca de por qué han descendido las ventas de coches eléctricos en Europa, Adelmann lo tiene claro: “Lo que más nos está perjudicando es la incertidumbre en torno a toda la industria, que ha hecho que los clientes se muestren reacios a comprar […]”.
“Esto se debe a que no hay una orientación clara de los legisladores a nivel europeo y nacional e incluso a nivel de la ciudad. Por ejemplo, Alemania retiró las subvenciones de los coches eléctricos de pronto durante el pasado diciembre y, desde principios de este año, nuestros coches no han sido elegidos para las subvenciones para adquirir coches eléctricos en Francia…”.
"Sigo creyendo que Smart puede convertirse en una marca con unas ventas de seis dígitos en Europa", finaliza Adelmann, "pero claramente el tiempo que necesitaremos para alcanzar ese objetivo es hoy muy distinto del que lo que imaginábamos en 2019".