La batería 'Hornsdale' está considerada la batería más grande del mundo, pero no contentos con ello, sus artífices han diseñado una nueva fase de ampliación con la que han vuelto a aumentar la potencia instalada y su capacidad de almacenamiento hasta unos impresionantes 193,5 Megavatios-hora.
Las instalaciones, situadas al sur de Australia, son propiedad de la compañía energética francesa Neoen -que también opera el parque eólico adyacente- y se compone de multitud de baterías Tesla Powerpack. Hasta ahora, tenía una capacidad de almacenamiento de 129 MWh con una potencia instalada de 100 MW.
Sus propietarios, y de nuevo con las baterías modulares de Tesla, han aumentado las prestaciones de esta gigante batería. El objetivo era añadir otros 64,5 MWh y 50 MW, hasta alcanzar los 193,5 MWh de almacenamiento total y 150 MW de potencia, aproximadamente un 50% más de lo que había anteriormente.
La batería proporciona el mismo servicio que las plantas de pico, suministrando electricidad cuando hay baja demanda o alguna interrupción, pero a un precio más asequible y sin emisiones (las baterías almacenan electricidad transformada por el parque eólico adyacente).
Según su propietaria, el proyecto tuvo un coste inicial de 66 millones de dólares (unos 60,7 millones de euros), una cantidad que está cerca de amortizarse gracias a la eficiencia del sistema y los ingresos que ha generado en poco tiempo.
A principios de este mismo mes, la propia Neoen anunciaba que la expansión de estas enormes instalaciones habían finalizado con éxito y la red había comenzado a funcionar. Además de los beneficios que aporta a la empresa propietaria, se calcula que estas baterías supusieron un ahorro de 107 millones de euros a los consumidores solamente durante el año pasado.