El mayor fabricante de baterías del mundo quiere comprar a NIO sus estaciones de intercambio

CATL quiere adquirir el control de NIO Power, para pasar a gestionar la mayor red de estaciones de intercambio de baterías existente.

NIO Power Swap Station
El cambio de batería se realiza en 144 segundos.
08/04/2025 13:00
Actualizado a 08/04/2025 13:00

En el mundo de los coches eléctricos, China tiene un papel preponderante. De allí es el mayor fabricante de baterías del mundo CATL, que acaba de llevar a cabo un movimiento para potenciar todavía más su posición: quiere hacerse con una parte mayoritaria de NIO Power, la empresa subsidiaria de NIO encargada de toda su red de intercambio de baterías.

Así lo recoge Reuters, que ha podido hablar sobre el tema con cuatro fuentes cercanas a la marca.

El pasado mes de marzo CATL anunció la potencial inversión de 2.500 millones de yuanes en NIO Power, es decir, unos 313 millones de euros según el cambio actual, tras lo que se habría llevado a cabo la proposición, según las fuentes.

Desde Carnewschina se han puesto en contacto con ambas partes, pero señalan que ninguna de las dos se ha pronunciado de manera directa al respecto.

Por parte de CATL se ha optado por no hacer comentarios respecto a la especulación, mientras que NIO sí que ha admitido encontrarse en contacto con múltiples potenciales inversores, incluyendo a la propia CATL, para firmar un acuerdo para producir de manera conjunta más estaciones de intercambio de baterías para conseguir la red global más grande de este tipo.

Es algo que actualmente ya han conseguido, puesto que es el único fabricante de automóviles que ha optado por este tipo de tecnología para sus coches eléctricos, pero la compañía quiere seguir haciéndola crecer.

A pesar esa posición, debido a la situación de la compañía, buscar aliados se antoja como un movimiento con mucha lógica.

NIO Power Swap Station 1
La estación lleva a cabo el proceso de manera autónoma.

Una alianza beneficiosa para ambas partes

NIO está creciendo, habiendo reportado en 2024 unos ingresos de 65.730 millones de yuanes, unos 8,23 millones de euros al cambio actual, lo que supuso un crecimiento interanual del 18,2%.

Sin embargo, eso no sirvió para paliar sus pérdidas netas que, durante el mismo periodo, fueron de 22.660 millones de yuanes, unos 2.836 millones de euros, lo que supuso un aumento respecto a las pérdidas de 21.150 millones de yuanes registradas en 2023.

Y no es algo puntual, es una tendencia que en los últimos cinco años, entre 2020 y 2024, ha elevado las pérdidas totales a unos 74.550 millones de yuanes, unos 9.332 millones de euros.

Y uno de los grandes responsables de esos resultados económicos es, precisamente, su sistema de intercambio de baterías. Ya no solo por el gasto en I+D que supone, si no también por los costes de construcción de las estaciones y los asociados a su mantenimiento.

Se calcula que cada una implica un gasto de entre 1,5 y 3 millones de yuanes, entre 188.000 y 376.000 euros, a lo que hay que sumar los gastos secundarios relacionados con el mantenimiento de las estaciones y el de las propias baterías que se reparan y se almacenan en ellas.

De esta manera, recibir una inyección de capital de un socio le vendría muy bien para ajustar cuentas.

Por parte de CATL, conseguir el control de NIO Power le permitiría dar un salto gigantesco en sus planes de creación de estaciones de intercambio de baterías. Actualmente cuenta con una subsidiaria llamada EVGOGO, que tiene ese enfoque, pero a una escala muy inferior a la de NIO.

Su objetivo para finales de este año es tener 1.000 estaciones, cuando NIO ya dispone de una infraestructura con más de 3.200. Incorporarlas le ayudaría a acelerar de manera considerable sus planes, que pasan por 10.000 estaciones a medio plazo y entre 30.000 y 40.000 para 2030. Esta fecha no es al azar, es cuando CATL considera que el intercambio de baterías será uno de los métodos de recarga más extendidos del mundo.

Cómo funcionan las estaciones de intercambio de baterías de NIO

A pesar de que ningún otro fabricante de automóviles se ha decantado por este sistema, el formato que plantea NIO es interesante.

Se basa en no tener baterías en propiedad como tal o, al menos, que una batería no esté asociada en exclusiva a un coche. Cada automóvil eléctrico utiliza una, pero, en lugar de recargarla cuando se está agotando, se acude a una estación de intercambio, donde se extrae la agotada y se reemplaza por otra que esté al 100%.

El modo de funcionamiento es muy sencillo. El conductor acerca su coche a la estación, el sistema la detecta y aparece un botón en el sistema multimedia. Al pulsarlo, el coche se conduce por si mismo al interior del lugar, que es como un garaje.

 

Una vez en el sitio, se confirma el inicio de la operación y los robots de la plataforma ajustan la posición del automóvil para ponerse a trabajar. Desatornillan los bajos del coche, extraen la batería usada y colocan la nueva.

En total el proceso completo solo lleva 144 segundos y en las NIO Power Swap Station 4.0, con una capacidad de almacenaje de 23 baterías, se puede llevar a cabo hasta 480 intercambios al día.