El mayor fabricante de coches híbridos del mundo presenta una tecnología para reciclar más, y mejor, las baterías

Este método no requiere combustión durante el reciclado, de manera que reduce las emisiones de CO2 y la huella de carbono de los sistemas de recuperación de materias primas.

toyota c hr hybrid 01
toyota c hr hybrid 01
11/02/2025 10:00
Actualizado a 11/02/2025 10:00

Toyota Chemical Engineering ha desarrollado una nueva tecnología de reciclaje de baterías de alto voltaje que permite reducir las emisiones de CO2 y recuperar un mayor porcentaje de materias primas.

El impacto medioambiental de las baterías es una de las preocupaciones más importantes en este tipo de dispositivos. Aunque está demostrado que, en toda su vida útil, un coche eléctrico tiene una huella de carbono muy inferior a un coche de combustión, qué hacer con las baterías cuando después de su vida útil es una preocupación recurrente. No sólo por sostenibilidad medioambiental, también por puro interés económico.

Ante el crecimiento de los vehículos electrificados, tanto híbridos como eléctricos puros, la demanda de metales como el cobalto o el litio también está aumentando exponencialmente. La Unión Europea ya exige a los fabricantes de baterías que, a partir de 2031, tienen que hacer baterías con un cierto porcentaje de materias primas de origen reciclado.

A la hora de reciclar baterías y recuperar sus valiosas materias primas, hasta ahora, lo más habitual era incinerar las baterías al inicio del proceso, lo que genera importantes emisiones de CO2 y provoca que parte de los materiales se pierdan. Este nuevo método de Toyota evita la combustión y, en su lugar, extrae el líquido electrolito (altamente inflamable) para eliminar el riesgo de incendio.

La tecnología permite la reutilización de materias primas sin proceso de combustión
La tecnología permite la reutilización de materias primas sin proceso de combustión.

A continuación, se trituran y clasifican las celdas, separando tanto las piezas grandes de aluminio o hierro como la llamada "masa negra", un polvo con metales raros que posteriormente se emplean en la producción de baterías nuevas.

Otros fabricantes también trabajan en sistemas similares, como la recuperación de componentes para "segunda vida" de baterías en sistemas de almacenamiento de energía estacionarios. Redwood Materials, propiedad de un cofundador de Tesla, o la propia Mercedes-Benz ya son capaces de recuperar más del 95% de las materias primas de la batería original.

Toyota ya había desarrollado en 2010, junto con Toyota Chemical Engineering, un proceso para reciclar las baterías NiMH (hidruro de níquel) de sus vehículos híbridos, pero ahora han dado un paso más. Desarrollar una metodología propia tiene un gran impacto en la economía circular; no en vano, Toyota es el mayor fabricante de coches híbridos del mundo y la mayoría de coches que vende llevan una batería de alta tensión.

Aunque la inversión inicial es alta, la empresa ve en estas soluciones de economía circular la clave para reducir el impacto de todo el ciclo de vida de los vehículos y, de paso, crear nuevos modelos de negocio que aprovechen la gestión directa de flotas y servicios como KINTO, donde la revalorización de piezas y el contacto continuo con el cliente facilitan el cierre completo del círculo de reciclaje y reutilización.

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