A lo largo de la historia, Mazda ha marcado su propia impronta en el panorama automovilístico mundial. Los de Hiroshima tienen entre sus filas grandes coches que han marcado tendencia, como el pequeño Mazda MX-5. El roadster biplaza más vendido del mundo es un icono por su sencilla conducción y por su razonable precio de venta. Una vez confirmado que su pequeño deportivo será eterno, el jefe de Mazda en Estados Unidos, Jeffrey Guyton, ha atacado directamente a los coches eléctricos de gran autonomía al tacharlos de poco sostenibles. Una vez más, Mazda lleva la contraria al resto del mercado.
Ya en el pasado los japoneses han demostrado no seguir ninguna tendencia o corriente de la industria. En su particular capítulo de rarezas cabe destacar el motor Wankel, el “rightsizing” y los eléctricos de poca autonomía. Por ahora, han acertado la mitad de las veces, así que queda por saber si con su pensamiento eléctrico también estarán en la senda correcta o no. El motor rotativo, o motor Wankel, es recordado por su alto rendimiento, pero por su complicado mantenimiento. Descartado a principios de siglo, Mazda renegó poco después de los motores de pequeña cilindrada con su estrategia de “rightsizing” y acertaron.
De ellos no se puede decir que sean muy convencionales y eso les ha permitido granjearse una escuela de seguidores muy fuerte en todo el mundo. Con respecto al coche eléctrico, muchos expertos anuncian que su estrategia es errónea y lenta. Actualmente sólo ofrecen un modelo 100% a batería; el Mazda MX-30. Un eléctrico curioso que pierde en todas las comparativas, al ofrecer una escueta autonomía homologada de 200 kilómetros. En la era de los eléctricos de más de 700 kilómetros de autonomía, cualquiera diría que en Mazda podrían estar preocupados, pero nada más lejos de la realidad.
Mazda cree que el resto de la industria se equivoca. El responsable de la compañía en Estados Unidos ha declarado que los coches de gran autonomía no son nada sostenibles. El coste de la batería, la contaminación que produce y el poco uso que se le da son contraproducentes para un movimiento que busca reducir emisiones y crear un mundo más ecológico. En cierto modo, Guyton tiene razón. En un uso diario, la autonomía del MX-30 es más que suficiente para la inmensa mayoría de conductores. Batería pequeña, barata de producir y con pocas emisiones generadas. No se necesita más, o al menos eso es lo que piensan en la compañía.
Tener una gran cantidad de coches eléctricos con más de 600 kilómetros de autonomía y circulando diariamente por la ciudad en recorridos de apenas 50 kilómetros es todo un derroche innecesario. La ansiedad por el rango es un problema para muchos conductores eléctricos noveles. Sin embargo, con el día a día, no se necesita más para satisfacer las necesidades rutinarias, pero ¿qué pasa cuando salimos de nuestro rango habitual? La solución de Mazda ha sido crear el MX-30 R-EV con un extensor de rango. No se puede decir que sea un híbrido ni un híbrido enchufable, pero su generador de gasolina permitirá poder viajar más lejos sin preocuparse.
El trampantojo de Mazda pronto llegará a un mercado donde cada vez hay más coches eléctricos de gran autonomía y precio razonable como el MG4 o el Tesla Model 3, por ejemplo. Está claro que la mentalidad de muchos conductores debe cambiar, pero la evolución de los automóviles nos ha permitido viajar cada vez más lejos sin preocupaciones y es normal que los conductores no quieran perder esa ventaja. Obviamente, hay ansiedad por la autonomía, estudios así lo demuestran, pero sólo el tiempo dirá si en esta ocasión Mazda acierta con su estrategia o, por el contrario, se estrella. Hay muchas más opciones y el futuro dirá cual es la acertada.
