El Microlino 2.0 se renueva con el tercer prototipo que, prácticamente, será el que llegue a producción en septiembre, con el objetivo de que las primeras unidades estén en manos de sus propietarios a finales de este año. En esta fase final de desarrollo, los cambios se han centrado sobre todo en un nuevo interior, que nada tiene que ver con el que hasta ahora se había podido ver. Su diseño simple y su minimalismo le otorgan la practicidad que un coche cuyo hábitat es la ciudad necesita.
En sus actualizaciones anteriores de diciembre de 2020 y febrero de 2021, Micro Mobility Systems, la empresa suiza que lo desarrolla, había anunciado un total de cinco prototipos. Con el actual, el tercero, Microlino quiere concluir esta fase, de manera que los prototipos 4 y 5, que se presentarán en verano, serán ya los modelos de pre-serie que intervendrán en el proceso de homologación.
El acceso al Microlino sigue siendo la característica más sorprendente del coche. Un gran portón basculante que se lleva consigo el parabrisas y que deja acceso a los dos asientos que ofrece en su interior. En este tercer prototipo, se ha eliminado por completo la manecilla de la puerta para simplificar el diseño. Para abrirla, hay que desbloquear el automóvil con la llave y presionar un pequeño botón debajo del faro. La puerta se abre levemente hasta un punto en el que el conductor pueda agarrarla y terminar de levantarla. Desde el interior, otro pequeño botón en la parte posterior del manillar de aluminio hace que se active el mecanismo de apertura de la puerta.
Una vez sentado detrás del volante, el conductor dispone de dos pantallas digitales. La primera se encuentra detrás del volante y su labor es la habitual en esa posición: el control de la instrumentación, la velocidad, el estado de la batería, la autonomía y las informaciones habituales necesarias para la conducción.
La segunda pantalla, táctil y mucho más pequeña, sirve para controlar el climatizador y el sistema multimedia. Según Micro Mobility Systems, la decisión de poner una pantalla en lugar de controles físicos viene motivada por la necesidad de impulsar actualizaciones del sistema e incluir en el futuro funciones adicionales.
Otra de las novedades que ofrece esta tercera generación del Microlino 2.0 es el techo plegable, desarrollado en cooperación con Magna Car Top Systems. Ahora se puede abrir fácilmente con una sola mano mientras se conduce y permite disfrutar de mayor luz y del aire exterior como si de un cuasi descapotable se tratase. Este techo estará presente, de serie, en el acabado premium del Microlino aunque podrá elegirse como opción en el modelo base.
El techo practicable del Microlino puede abrirse con una mano mientras se conduce.
La presentación del tercer prototipo marca el inicio de la fase de producción para su llegada final al mercado. Según indica el fabricante ya está preparadas más de un tercio de las herramientas necesarias para fabricar el chasis y la carrocería, incluida una máquina de estampado gigante para una de las piezas de aluminio más grandes; el panel lateral.
Para arrancar la producción, junto a su socio CECOMP, Micro Mobility Systems ha creado una nueva compañía que será la encargada de realizar esta labor. Microlino Italia tendrá la línea de montaje ubicada en las instalaciones de CECOMP en La Loggia, Turín. En realidad, la empresa suiza no tenía previsto inicialmente ser el fabricante del Microlino. Sin embargo, según indica, "nos dimos cuenta de que esta es la única forma de controlar la calidad y al mismo tiempo reducir los costes de producción".
La herramienta de estampado del panel lateral de la carrocería del Microlino 2.0 pesa 12 toneladas.
Las características mecánicas del Microlino 2.0 no han variado desde el prototipo anterior. Mantiene el motor eléctrico de 11 kW (14,75 CV) que desarrolla un par motor de 100 Nm, y lleva la velocidad máxima de este coche eléctrico hasta los 90 km/h. Para alimentarlo se podrá elegir entre dos baterías, una de 8 kWh y otra de 14,4 kWh, con las que se pueden recorrer 125 y 200 kilómetros respectivamente. La recarga de la batería en un enchufe doméstico tarda aproximadamente cuatro horas.