Con el objetivo de evitar las fuertes multas que la Unión Europea impondrá a aquellos que no cumplan con emisiones que indica la normativa, los fabricantes de automóviles se preparan para una guerra de precios, sobre todo en sus modelos híbridos enchufables. Una tecnología que es origen de discusiones entre los expertos. Para unos "no deberían formar parte del futuro de la electrificación", son una tecnología cortoplacista, más cara, que, además puede ser más contaminante que a combustión si los vehículos no se recarga. Para otros son una manera de salvarse de las fuertes multas que la Unión Europea impondrá a quienes no cumplan con la normativa de emisiones. Según UBS, las ventas de esta tecnología crecerán siete veces entre 2019 y 2021 lo que llevará a una guerra de precios entre los fabricantes.
Los fabricantes que operan en el mercado europeo deben cumplir con el objetivo de emisiones promedio de CO2 para su flota conjunta que es de 95 gramos de CO2 por kilómetro en 2020. La Comisión Europea establece una sanción equivalente a 95 euros por cada gramo de CO2 que exceda el límite, multiplicado por cada uno de los coches que se vendan en 2020 y 2021, que es el periodo de transición de dos años acordado. Durante 2020, el 5% de los vehículos más contaminantes no se tendrán en cuenta como medida de adaptación y ya en 2021 sí se considerará el 100%.
Para ayudar a los fabricantes a alcanzar estos valores, la normativa europea incluye una serie de incentivos adicionales mediante un sistema de supercréditos a los fabricantes que ofrezcan automóviles que emitan menos de 50 g/km. Para calcular las emisiones específicas promedio de un fabricante, estos modelos contarán como 2 vehículos en 2020, 1,67 en 2021 y 1,33 en 2022.
Los híbridos enchufables son una de las opciones que muchos fabricantes están ofreciendo a sus clientes como un paso previo a la electrificación total. Una tecnología que reúne las ventajas de un coche eléctrico para la ciudad y que permite viajar como cualquiera de combustión. Pero que también reúne las desventajas de los dos mundos y un precio elevado. Según el banco de inversión UBS, es de esperar que los fabricantes pretendan alentar a sus consumidores a hacerse con un vehículo dotado de esta tecnología lo que llevará a una guerra de precios entre ellos.
Diferentes estrategias
En los próximos dos años, los fabricantes reducirán sus beneficios en aproximadamente 8.400 millones de euros debido a la necesidad de cumplir con la regulación de emisiones. Según el análisis de UBS, esta cantidad ha aumentado en 1.000 millones de euros respecto al anterior informe, debido al incremento de la demanda de los SUV por parte de los consumidores y al retraso en la llegada de la oferta de tecnologías eléctricas al catálogo de los fabricantes. Los costes por cumplir con ellas varían en función de sus estrategias, que son radicalmente diferentes.
"Es muy probable que los fabricantes de automóviles necesiten ofrecer de forma agresiva la tecnología PHEV a sus clientes lo que llevará a una guerra de precios durante 2020", asegura Patrick Hummel, director del estudio. Fabricantes como Mercedes-Benz, BMW o Renault apuestan por sumar a los modelos cien por cien eléctricos los híbridos enchufables, que son más fáciles de producir utilizando las mismas fábricas ya existentes y además de evitar la escasez inicial de suministro baterías de iones de litio. Volkswagen, el mayor fabricante de automóviles del mundo por volumen, planea producir un millón de coches 100% eléctricos para finales de 2023. Fiat Chrysler Automobiles, ha optado por otra estrategia y se ha puesto de acuerdo con Tesla para para "agrupar" sus emisiones. Jaguar Land Rover, ahora propiedad de la India Tata Motors, también cuenta con una situación muy comprometida y necesita aumentar sus ventas híbridas rápidamente, según dice UBS.
La controversia de los híbridos enchufables
En la inclusión de un motor de combustión y uno o varios motores eléctricos está la controversia de esta tecnología. Julia Poliscanova, directora de vehículos limpios en Transport & Environment, ha asegurado que hay evidencia de que los híbridos enchufables rara vez logran las reducciones de emisiones homologadas en las pruebas de laboratorio porque muchos usuarios no recargan nunca sus baterías. "En el mundo real, sus emisiones son a menudo dos o tres veces más altas", asegura.
Si un híbrido enchufable no se recarga, puede emitir más CO2 que el automóvil equivalente sin batería, puesto que un motor más pequeño está obligado a mover más peso y por lo tanto será menos eficiente. Sin embargo, tal y como está la legislación, que no contempla que estos vehículos no sean recargados por sus propietarios, pueden convertirse en una de las claves para la reducción de emisiones de los fabricantes de automóviles.
Los dirigentes de los fabricantes que han optado por ofrecer híbridos enchufables aseguran que esta tecnología es esencial para reducir las emisiones y son particularmente atractivos desde una perspectiva reguladora. Gracias a los supercréditos, todos los híbridos que emiten menos de 50 gramos de CO2 por kilómetro en condiciones de prueba cuentan dos veces según las regulaciones de la UE, lo que incentiva a los fabricantes a vender igualmente eléctricos e híbridos enchufables. Según los cálculos, las ventas de híbridos enchufables deben crecer siete veces entre 2019 y 2021.
"Los híbridos enchufables son una estrategia a corto plazo", asegura Poliscanova. Sin embargo, son intrínsecamente más caros por su propia tecnología, por lo que "no deberían formar parte del futuro", sentenció finalmente.