A comienzos de noviembre, el ministro de Transportes de la República Checa, Martin Kupka, mostraba su disposición a unirse a Italia en dos cuestiones clave para la transición hacia los coches eléctricos en Europa.
Por un lado, Kupka indicaba que su país se mostraba contrario a que los fabricantes automovilísticos que no cumplieran con la exigencia de la UE sobre la reducción de emisiones contaminantes de su gama tuvieran que pagar cuantiosas multas.
“Los fabricantes no lo consiguen porque el interés por los coches eléctricos ha disminuido en toda la Unión Europea” señalaba Kupka, quien añadía que si los fabricantes han de destinar dinero a pagar estas sanciones, no lo tendrían para invertir en el desarrollo de los coches eléctricos.
Italia y República Checa, en contra de la venta única de coches eléctricos en la UE a partir de 2035
Por otro lado, Kupka también se mostraba a favor de la postura del Gobierno italiano, liderado por Giorgia Meloni, de que la UE aplazara la entrada en vigor de la prohibición de comercialización de coches nuevos con motores térmicos que aprobó para 2035.
Dados los cambios en el interés por los coches eléctricos, Kupka se mostraba a favor de que la UE establezca, ya en 2026, una fecha de entarada en vigor posterior para imponer esa prohibición.
Pero la UE ignora la postura de estos dos países: las marcas "cumplirán"
Sin embargo, la Unión Europea parece decidida a no variar un ápice la norma que aprobó en marzo del año pasado. Y lo ha demostrado con las declaraciones de Wopke Hoekstra, el comisionado europeo de Acción por el Clima quien, en una audiencia ante el Parlamento Europeo se ha mostrado a favor de no variar actual normativa.
Lo ha hecho alegando que las actuales leyes de protección climática generan un entorno de inversión"predecible" y que están hablando con los fabricantes para “articular cómo podemos perseguir [juntos] un brillante futuro, cómo podemos ceñirnos a los objetivos y cómo podemos ofrecer predictibilidad [a la industria]”
Hoekstra ha añadido que la posición de la EU sobre prohibir la venta de coches térmicos nuevos en la UE a partir de 2035 no variará porque “muchos de los CEO de las compañías automovilísticas con los que hablo me indican que pueden alcanzar este objetivo”, ha asegurado sin ofrecer, eso sí, ningún nombre o referencia sobre esas compañías.
Además, Hoekstra ha señalado que la industria, para lograr estos objetivos “demanda una mayor inversión pública en infraestructuras de carga para coches eléctricos”. Y “me parece una petición justa”, ha dictaminado.