Cuando pensamos en un coche tradicional solemos pasar por alto que los fabricantes están obligados a cumplir con ciertos requisitos de seguridad. Para hacernos una idea, ni siquiera los faros pueden ponerse a la altura que uno quiera, si no que deben ponerse a una altura estandarizada por seguridad. La NHTSA vigila que todas las marcas cumplan con los estándares de la industria en Estados Unidos, y una vez más ha dado un toque de atención a Tesla.
En el año 2020 Tesla lanzó una de sus famosas actualizaciones de software. Una de esas nuevas funciones fue el Boombox. Se trata de una herramienta para cambiar el sonido del claxon por una cabra chillando o flatulencias (entre otros), convertir la pantalla central en una chimenea, reproducir canciones por el altavoz exterior así como hablar por él y muchas más funciones, todas ellas con el fin de entretener.
A mucha gente le resultó muy gracioso que su Tesla pudiera emitir música al exterior, el arma definitiva para amenizar una buena fiesta. En YouTube es fácil encontrar vídeos de gente probando el Boombox mientras está parado o, lo que es peor, mientras circula. Es ahí donde entra en juego la Agencia para la Seguridad del Tráfico en Estados Unidos, la NHTSA. A ojos del organismo, la función de Tesla no respeta la seguridad y ha obligado al fabricante a deshabilitar dicha función de sus modelos cuando se seleccionan las marchas Drive, Neutral y Reverse.
El problema, según la NHTSA, es que la función Boombox puede oscurecer los sonidos del sistema de advertencia de peatones, que resultan obligatorios para todos los vehículos eléctricos que circulan por debajo de las 19 millas por hora, unos 30 km/h. El peatón puede no advertir o confundir la proximidad del coche, lo que aumenta considerablemente el riesgo de atropello o de colisión. Así que una vez más Tesla tendrá que dar marcha atrás con una de sus funciones "especiales".
No es la primera vez que pasa, de hecho, es algo bastante común que la NHTSA tenga que llamar al orden a Tesla. Recientemente ha ocurrido con la versión Beta del FSD al detectarse errores evidentes en la lectura de señales de tráfico. Anteriormente también había ocurrido con la función Passenger Play, al detectarse que producía graves problemas de seguridad al generar en el conductor una desatención de la carretera.
En este caso, Tesla se ve obligada a eliminar la función en casi 579.000 vehículos, 578.607 unidades para ser más exactos. Modelos pertenecientes a las gamas de Model S, Model X y Model Y entre 2020 y 2022, y en entre 2017 y 2022 en el caso de los Tesla Model 3. La desactivación se realizará vía inalámbrica, aunque sólo quedará suprimida cuando el coche no se encuentre parado con la posición P de la caja de cambios seleccionada. En parado no representa ningún problema de seguridad, y por lo tanto los usuarios podrán seguir empleándolo.