La alianza Renault-Nissan lleva años funcionando adecuadamente. Ambas compañías comparten numerosos apartados tecnológicos, mecánicos e incluso algunos de sus vehículos en términos generales, como las furgonetas Nissan Townstar y Renault Kangoo. Sin embargo, desde que Renault anunció la división de sus dos departamentos (coches térmicos y coches eléctricos), Nissan ha estado en conversaciones con los franceses para negociar su entrada en la división de vehículos "cero emisiones".
El pasado martes día 8 de noviembre, la compañía japonesa anunció que aún no han tomado una decisión sobre si entrar en el negocio de los coches eléctricos de la mano de Renault, puesto que aún están estudiando si ello podría suponer un beneficio efectivo para ellos y cómo llevaría a cabo su participación. La cúpula de Nissan busca así no solo asociarse con Renault ofreciendo un apoyo económico para el desarrollo de estos vehículos, sino también enmarcarse como socio en fabricación u obtención de materias primas esenciales.
"Estamos considerando invertir en la nueva división de eléctricos de Renault, pero antes debemos continuar discutiendo las condiciones y las posibilidades de resultados en todas las posibles situaciones", admitió la directiva de la compañía japonesa en un reciente comunicado. Esta alianza se espera que culmine con un beneficio mutuo pero también con una nueva estructura de gobierno con directivos de ambas partes.
"Las conversaciones van en la dirección correcta, pero nos tomaremos el tiempo necesario para construir este nuevo capítulo de la alianza que tantos beneficios ha supuesto en los últimos años", afirmaron desde la compañía de origen japonés.
Recientemente, Mitsubishi también declaró que se encuentra estudiando la posibilidad de entrar en la nueva división de coches eléctricos de Renault. La compañía también japonesa, ha logrado grandes acuerdos con la francesa en los últimos meses, especialmente en el lanzamiento de nuevos modelos para Mitsubishi, buen ejemplo de ello es el renovado ASX híbrido o el próximo Mitsubishi Colt, que será en esencia un Renault Clio.
Desde Renault ya puntualizó su presidente ejecutivo, Luca de Meo, que la intención de la firma es que ellos controlen el 80% de la cadena de valor de su división de eléctricos antes de 2030, dejando así la puerta abierta a la llegada de nuevos convenios con otras marcas para que se hagan con el 20% restante. Dos fabricantes que podrían ser quien obtuviese este trozo de pastel serían Mitsubishi y Nissan (especialmente). Los franceses ya avisaron que buscan "co-invertir y co-crear" en la movilidad eléctrica.
Entre los acuerdos estaría el desarrollo y fabricación de baterías, motores eléctricos y otros componentes imprescindibles para el lanzamiento de sus futuros coches eléctricos desarrollados de forma conjunta. Aunque, según los últimos comentarios anteriormente mencionados por Nissan, los japoneses buscarían incrementar su presencia en esta asociación a través de un mayor protagonismo de su tecnología y decisiones estratégicas.
