El Mercedes EQC supuso un antes y un después en la marca de la estrella. Presentado al mundo en 2019, fue el primer coche eléctrico de una nueva era para Mercedes. Con él los alemanes introdujeron una filosofía comercial que no ha tenido el éxito esperado, más bien todo lo contrario. Mercedes está reculando y una vez más el GLC eléctrico será el que inicie una nueva era. Se trata de uno de los SUV más importantes por volumen de ventas. El nuevo Mercedes GLC está ultimando su fase de pruebas como bien demuestran estas imágenes de la versión 100% eléctrica recorriendo las heladas carreteras del norte de Europa.
Mercedes tiene ante sí años decisivos y ajetreados. Los de Frankfurt quieren renovar gran parte de su flota. Están programados 21 nuevos lanzamientos en dos años, muchos de ellos serán renovaciones, pero también celebraremos modelos completamente nuevos. El primero de la lista es el esperadísimo Mercedes CLA. Ya hemos hablado de él en muchas ocasiones. Será el primero en estrenar la plataforma MMA sobre la que se apoyarán los modelos de acceso a la germana familia. Su presentación es cuestión de días. La berlina más pequeña de la familia podrá ofrecer más de 700 kilómetros de autonomía y contar con la más avanzada tecnología de la casa.
Nuevas baterías con ánodos de silicio y grafito
El nuevo Mercedes GLC será el siguiente en hacer acto de presencia. Su presentación está programada para finales de este mismo año. Por el momento, los alemanes están completando las habituales pruebas en el norte de Europa donde están poniendo a prueba los críticos elementos del sistema de gestión térmica. Mercedes asegura que su nueva bomba de calor marcará un hito en cuanto a eficiencia. El sistema se puede aprovechar simultáneamente de tres fuentes de energía; del calor residual generado por el motor eléctrico, del calor residual de la batería y del aire ambiente. La bomba de calor forma parte del sistema de climatización del coche.
Sin embargo, la gran novedad del GLC será el estreno de la plataforma MB.EA sobre la que articularán gran parte de las novedades que están por llegar. Mercedes ha desarrollado su estructura sobre un sistema eléctrico de 800 voltios que debería mejorar los niveles de carga de los actuales EQ. La potencia de carga alcanzará los 320 kW por lo que será posible hacer paradas rápidas en rutas largas. Hay que tener en cuenta que la misma plataforma sustentará a los modelos eléctricos y térmicos. Los alemanes han tenido que recuperar los motores de combustión dada la lenta aceptación del coche eléctrico en todo el mundo.
La batería ha centrado gran parte del trabajo de desarrollo. Las nuevas celdas de gama alta emplean ánodos con óxido de silicio mezclado con grafito que, según la compañía, logran una densidad energética gravimétrica excepcionalmente alta. Todavía no han aportado datos. El beneficio no sólo es en materia de alcance, también en peso. Esta pila alimentará a sistemas mecánicos con uno o dos motores. Al igual que con las capacidades o autonomías, Mercedes no ha aportado datos finales en cuanto a prestaciones. Como ya se sabía, el Mercedes GLC eléctrico no será bautizado como EQC. Mercedes se ha deshecho de su vieja nomenclatura. En aras de una reunificación de gama las variantes eléctricas llevarán el apellido EQ Technology.