En nuestro país, y en tantos otros de Europa, Asia y Norteamérica, los vehículos eléctricos tienen diferentes incentivos para reducir su precio de compra y, de esta forma, impulsar sus ventas. Sin embargo, los países más avanzados en la movilidad eléctrica están empezando a aplicar una normalidad fiscal, eliminando estos incentivos. El último ha sido Suiza.
Suiza es uno de los países de Europa que no ofrece incentivos directos a nivel nacional para la compra de vehículos eléctricos. Es cada cantón el que decide qué tipo de ayudas ofrece a los compradores y la cuantía, en caso de existir. No obstante, el país sí tenía algunos privilegios a nivel fiscal para los vehículos eléctricos, como la exención en el impuesto sobre automóviles de pasajeros.
A partir del 1 de enero de 2024, los vehículos eléctricos estarán sujetos al impuesto sobre automóviles que tiene el país alpino. El pasado miércoles 8 de noviembre de 2023, el Consejo Federal tomó nota de los resultados de la consulta sobre la eliminación de la exención del impuesto a los vehículos eléctricos y aprobó una modificación del Reglamento.
Sobre la base de la Ley de impuestos sobre vehículos, el Consejo Federal aplica un impuesto del 4% a los vehículos destinados al transporte de personas o mercancías.
Los ingresos procedentes de las tasas sobre los automóviles se consideran fondos restringidos según la Constitución Federal y se asignan al fondo de autopistas y transporte urbano.
El Consejo Federal suizo ya no ve necesarios los incentivos
Los vehículos eléctricos estaban exentos de dicho impuesto desde su introducción en el mercado suizo, en el año 1997. En aquel momento, el objetivo del Consejo Federal era crear incentivos para el desarrollo de la electromovilidad, reduciendo el precio de los vehículos cero emisiones.
Con el crecimiento de la electromovilidad, la situación ha cambiado significativamente. Ahora consideran que ya no son necesarios, dado el fuerte aumento de la proporción de los vehículos eléctricos en el país y la convergencia de los precios entre los eléctricos y el resto de coches.
Entre 2018 y 2022, las importaciones anuales de vehículos eléctricos se multiplicaron casi por seis, pasando de unas 8.000 a más de 45.000. En el primer semestre de 2023, se importaron unos 30.400 vehículos eléctricos. En comparación con la cifra del año anterior (poco menos de 18.300), esto corresponde a un aumento de aproximadamente el 66%.
En el acumulado entre enero y septiembre del presente año, los eléctricos puros representan el 19,8% de las matriculaciones de coches nuevos en Suiza. Con cada vez más coches eléctricos en circulación, los ingresos por el impuesto al automóvil han disminuido de manera "apreciable". El año pasado el déficit fiscal ascendió a 78 millones de francos suizos y, para el año en curso, se espera un déficit de entre 100 y 150 millones de francos suizos.
Si la exención de impuestos hubiera continuado, el déficit fiscal acumulado estimado para el período 2024-2030 habría sido de entre 2.000 y 3.000 millones de francos suizos, según el Gobierno suizo. Al someter los vehículos eléctricos a los mismos impuestos sobre el automóvil, el Consejo Federal pretende compensar esta deficiencia.
Una medida sometida a consulta ciudadana
Suiza es una democracia directa. Esto quiere decir que la ciudadanía suiza tiene, además del derecho de sufragio en las elecciones, el derecho de votar sobre determinados asuntos concretos y participar directamente en su aprobación (o no).
La eliminación de este privilegio fiscal para los vehículos eléctricos se sometió a consulta entre el 5 de abril y el 12 de julio de 2023, y una clara mayoría de los participantes se mostró a favor de esta modificación. Alrededor de un tercio de los que participaron en la consulta querían que se implementarse en una fecha posterior.
La propuesta formaba parte del ajuste presupuestario que adoptó el Consejo Federal en su reunión del 25 de enero de 2023.