Para permitir el acceso de vehículos al centro de las ciudades, la mayoría de los ayuntamientos se basan en las etiquetas medioambientales de la DGT. En algunas ciudades, pronto será obligatorio contar con el distintivo Eco (verde y azul) o 0 (azul) para poder entrar. Actualmente, los coches con etiqueta C (verde) todavía tienen acceso permitido, aunque esto cambiará en el futuro. Los vehículos con etiqueta A (sin pegatina) o B (amarilla) pronto tendrán prohibido el acceso. Para obtener las etiquetas menos contaminantes, los fabricantes deben incorporar tecnologías como la hibridación, que implican un costo considerable y elevan el precio de los vehículos más asequibles.
Esta aparente contradicción, coches urbanos baratos y poco contaminantes, es difícil de resolver. Toyota lo intenta con el Aygo X Cross pero, irónicamente, la solución por la que ha optado convierte a este pequeño coche urbano en el menos Toyota de los Toyota. Dada la apuesta del fabricante japonés por los motores híbridos, no es sorprendente que la mayoría de los conductores lo asocien con esta tecnología. Pero, si bien es su principal atractivo de venta, hay opciones en su catálogo, como el Aygo que renuncian a él.
¿Merece la pena pagar 15.000 € por un Toyota Aygo X Cross sin motor híbrido?
Ante este modelo, la duda surge porque viene equipado con un motor de gasolina tradicional, lo que puede parecer poco lógico considerando que los motores híbridos ofrecen precisamente sus mejores prestaciones, especialmente en términos de consumo, en entornos urbanos e interurbanos.
No obstante, la marca cuenta, en el segmento B, con un superventas como el Yaris, este sí hibridado, por lo que busca ofrecer un modelo todavía más utilitario, más asequible y con dimensiones aún más compactas. El Aygo X Cross mide 3.700 mm de largo, 1.740 mm de ancho y 1.525 mm de altura, con una batalla de 2.430 mm. El maletero cubica 231 litros.
El problema, de nuevo, está en la consecución del doble objetivo para para lograr que, además de ser asequible, no tenga problemas para circular por el centro de las ciudades. Toyota ha logrado que reciba la etiqueta C (verde) homologando, en ciclo combinado WLTP, un consumo que, en el caso de la versión más económica es de 4,8 l/100 km con unas emisiones de 109 g/km. Es decir, no recibe la etiqueta ECO (azul y verde) que sí tienen los híbridos HEV.
Eso lo consigue reduciendo el peso hasta los 1.015 kg y con un motor de gasolina de tres cilindros, inyección directa multipunto, un litro de capacidad y 72 CV de potencia, con un limitado par de 93 Nm unido a un cambio de marchas manual. Las prestaciones que consigue con este esquema son 158 km/h de velocidad máxima y una aceleración de 0 a 100 km/h de 14,9 segundos. Un resultado que queda muy limitado al entorno urbano, puesto que, para viajar, la potencia que es capaz de desarrollar es muy justa.
El Toyota Aygo Cross, en acabado Play, el más sencillo de la gama, puede configurarse hoy en día con un precio de 15.000 €. En el caso de optar por una caja de cambios automática MultiDrive de 7 velocidades el precio aumenta en 1.500€.
Para obtener este precio es obligatorio que la pintura exterior sea en Negro Azabache con llantas de aleación de 17 pulgadas de 5x2 radios y un interior con tapicería en tela de color gris oscuro.
Por concepto y tamaño, los modelos más similares son el Kia Picanto, el Fiat Panda Cross, el Suzuki Ignis, con carrocerías también algo elevadas. Si bien de los tres es el más barato, junto al Picanto, es el único que no cuenta con la etiqueta ECO, lo que, si bien por ahora es un inconveniente en muy pocos lugares, más adelante puede convertirse en un problema.
