El Volkswagen Polo es uno de los coches europeos más míticos en la historia del automóvil. Un coche de esos con los que mucha gente tiene alguna historia o relación de algún tipo. Se ha estado fabricando en España durante más de cuarenta de años, pero Volkswagen ahora tiene otros planes para la fábrica de Landaben (Navarra) donde se hacía y se llevará la producción del Polo a Sudáfrica. ¿Por qué?
Más de cuarenta años después del inicio de su fabricación, un 20 de marzo de 1984, Volkswagen Navarra pone punto y final a la producción del Polo en su planta de Landaben, ubicada a escasos diez minutos en coche del centro de Pamplona.
Durante estos años, en Navarra se han fabricado 8.422.161 Polos, que se dice pronto. El último Polo fabricado en España ha sido un Polo 1.0 TSi de 95 CV, con acabado Life, caja de cambios manual y color azul. Un coche que se quedará en España, por cierto.
El presidente de Volkswagen Navarra, Michael Hobusch, ha querido aprovechar la ocasión para "agradecer a los miles y miles de compañeros que han trabajado y trabajan en Volkswagen Navarra su desempeño a lo largo de estos cuarenta años, fundamental para hacer de Volkswagen Navarra una de las fábricas de referencia, no sólo en la marca sino en el Consorcio".
Pero el Polo no desaparecerá de la oferta comercial de la marca. Seguirá estando disponible en los concesionarios españoles y europeos, aunque su procedencia será otra. La producción del Polo se traslada a Kariega (Sudáfrica), donde se continuará fabricando para el mercado europeo, entre otros.
¿Y ahora qué?
Es la pregunta que más de uno se estará haciendo: "¿Y ahora qué pasará con Volkswagen Navarra?" Lo cierto es que el futuro de la planta es prometedor y tiene proyectos muy interesantes para el futuro, enmarcados, por supuesto, en la estrategia de electrificación del Grupo Volkswagen.
Vaya por delante que Navarra seguirá produciendo el Volkswagen T-Cross y el Taigo, dos de los SUV pequeños de la marca alemana. El Polo se deja de fabricar en Pamplona para poder preparar la fábrica de cara al lanzamiento de dos modelos eléctricos en 2026, un Škoda y un Volkswagen, que convivirán en la factoría con los T-Cross y Taigo.
Más concretamente, en Landaben se fabricará el Škoda Epiq a partir de 2025 y, más adelante, también una versión SUV del Volkswagen ID.2. Estos dos modelos de batería forman parte de la estrategia de Volkswagen para lanzar coches eléctricos más asequibles, con un precio de partida de unos 25.000 euros. De manera paralela, en Martorell se fabricará el Volkswagen ID.2 y el Cupra Raval, basados en la misma plataforma MEB Entry.
Con la plataforma MEB Entry, el futuro Volkswagen ID.2 y sus primos tendrán versiones de hasta 450 kilómetros de autonomía WLTP y potencias de hasta 226 CV (166 kW), cifras bastante interesantes para un coche de su tamaño, similar al Polo actual.